Una ausencia que golpea a toda la familia

Una ausencia que golpea a toda la familia

31 Julio 2018

Los ojos de Marcos Milinkovic miran en idioma muy claro. Chispeantes y pícaros desde siempre hasta hace un año. Hoy hablan de otra forma. Más quieta, triste. Fijos y perdidos cuando asoman y miran al horizonte. Agachados el resto del tiempo. Aunque un tema los levanta y los ilumina: Dunja (10 años), su hija. “Ella es una chica independiente, de carácter fuerte. Es obvio que siente la falta de su hermano, que siente el vacío. Le falta el compañero con quien caminaba todos los días hacia el colegio, con quien se peleaba y se abrazaba. Sabe que eso ya no volverá a pasar. Ella cambió muchos espacios de la casa, se mudó de cuarto, se fue al que era de Luka y dejó el suyo como sala de estar. Creo que le ha hecho a la madre algo más llevadero este tramo de tanto dolor”, señala.

- ¿Cómo está el resto de la familia?

- Mi “Vieja” está destrozada, muy golpeada. El primer hijo siempre es diferente, recibe un cuidado único, especial, muchas veces por miedo y falta de experiencia. Con los demás uno está más canchero. El primer nieto también es especial, marca a toda la familia. A mi “Vieja”, Luka la marcó como nadie. Por suerte tiene otros nietos, mis dos sobrinos, viviendo muy cerca de su casa y eso es un gran apoyo. Trato de ir seguido a visitarla con mi otro hijo para acompañarla. Más allá de eso, cuesta...

- La ausencia tiene muchas formas…

- Miles, hasta de acto escolar. Donde otros ven una graduación o la actuación de sus hijos, uno ve que falta el propio. En Serbia (allí vivía Luka con su madre y su hermana) se celebra una fiesta escolar importante antes de empezar los dos últimos años de la secundaria. Se la prepara con mucha anticipación. Es duro ver que todos lo hacen y Luka no. Otro ejemplo es equipo de voleibol que este año fue finalista. Los compañeros festejan, Luka no. Todo el tiempo, la realidad te muestra que tu hijo no está. Es complicado aislarse de eso.

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