La violencia es imparable en la Liga Tucumana

Los árbitros, los futbolistas, algún dirigente y hasta los propios hinchas. Cualquiera puede ser víctima de la violencia en las canchas tucumanas. De nada sirvió la medida de fuerza impulsada por el Sadra, sindicato que nuclea a los árbitros, que paró la actividad oficial por las agresiones sufridas por sus afiliados. Ayer la historia se repitió en dos escenarios y por ese motivo se suspendieron los encuentros San Juan-Lastenia y Jorge Newbery-Atlético. Los dirigentes, por el momento, no pueden controlar la situación y una pregunta es inevitable: ¿alguien será capaz de terminar con todo esto?

El clásico San Juan-Lastenia se suspendió a los 70 minutos cuando un proyectil impactó en la cabeza del arquero Matías Raspai, del visitante. El partido estaba igualado 0 a 0. Hinchas locales invadieron el campo de juego pese al esfuerzo de algunos dirigentes para evitarlo y el árbitro Saulo Avellaneda lo suspendió por falta de garantías. Los problemas siguieron camino al vestuario y César Galvez resultó herido.

En Aguilares, el árbitro Oscar Pérez decidió no iniciar el segundo tiempo del partido que Atlético le ganaba a Jorge Newbery por 1 a 0 (gol de Sergio Leguizamón). La medida fue tomada también por falta de garantías, ya que rompieron la cerca olímpica y un hincha ingresó al campo de juego. Tanto la terna arbitral como el plantel “decano” permanecieron un largo tiempo en el vestuario hasta que pudieron salir escoltados por la Policía.

Todo esto relegó a un segundo plano los triunfos de Ñunorco (le ganó a San Pablo por 1 a 0 con el gol de Juan Gómez) y de Bella Vista (superó a San Fernando por 2 a 0 con tantos de Hernán Aguirre y Miguel Guzmán). Ambos se clasificaron a la ronda final junto Sportivo Guzmán, Amalia y Deportivo Marapa.

Por su parte, San Ramón y La Providencia igualaron 0 a 0, en un partido clave por el tema de ver quién evita el triangular por el descenso.