En la Justicia se sospecha que "El Gordo", el menor acusado de tres homicidios y de ser miembro del Clan Reyna, banda bajo sospecha de dedicarse al narcomenudeo, no sólo habría contado con colaboración policial para concretar su fuga, sino que además quedó en evidencia que podría haber gozado de ciertos privilegios en el Instituto Roca. Por ese motivo, a partir de hoy comenzarán a desfilar por Tribunales las autoridades del establecimiento y los celadores que tienen a su cargo el cuidado de los adolescentes alojados en la institución.
La falsa tía
El adolescente de 17 años recibió ayuda de su hermana de 15 años para escaparse del lugar donde se encontraba alojado hace poco más de un mes. La adolescente, según la investigación que se viene desarrollando, se hizo pasar por su tía de más de 40 años para ingresar al establecimiento. Después de charlar con el prófugo, con la autorización de los guardias, salió afuera a buscar ropa, supuestamente para entregársela al evadido, y volvió a ingresar sin que la requisaran. Una vez adentro, la chica sacó un arma, amenazó al uniformado y se la entregó a “El Gordo”. Luego huyeron.
Sospechas
Por esa situación, la fiscala María del Carmen Reuter, que entiende en la causa, ordenó la detención del sargento Juan Carlos Valdez (el que habría permitido el ingreso a la adolescente) y del comisario José Décima, jefe del destacamento policial que funciona en el Roca, ya que considera que podrían haber cometido más que una negligencia. Sólo el primero quedó detenido.
Comunicado
Pero con el correr de las horas surgieron nuevas irregularidades. Los investigadores confirmaron que “El Gordo” tenía un celular en su poder, cuando en principio no lo debería haber tenido. Con ese aparato se cree que llamó a su hermana para poder planear su fuga.
Además, siempre según las versiones que se manejan en la Justicia, el menor habría tenido un trato especial dentro del Roca. Habría tenido la posibilidad de gozar de ciertas comodidades que los otros alojados no. Además, según trascendió, recibía permanentemente ropa y se habría alimentado con comida especial.
Argumentos
Daniel Alejandro Nava, director del Instituto Roca, informó que mientras estuvo internado en el Roca, “El Gordo” pasó por tres etapas: primero estuvo alojado en el sector de ingreso, donde pasó un período de adaptación de 10 días; luego fue llevado al de permanencia; hasta que en los últimos días fue ubicado en un espacio de autonomía pasiva. Negó que haya recibido algún tipo de privilegio. Los celadores, que no quisieron hablar de un caso particular, declararon que las cosas no están bien en el establecimiento.
Música nocturna
Según los policías que actuaron en este caso, se comenta que, cerca de la medianoche, los internos estaban escuchando música a alto volumen y caminaban por algunas áreas del establecimiento.
La fiscala Reuter decidió entonces citar a declarar a los celadores y al director del establecimiento para que confirmen o desmientan todos los rumores que surgieron sobre las supuestas irregularidades que se cometieron en el Roca y que quedaron al descubierto por la fuga de “El Gordo”.