Tiene tres años y desde el viernes está internada en grave estado en el hospital de Niños. Los mayores que la llevaron dijeron que se había caído, pero los médicos desconfiaron y, como indica el protocolo, dieron aviso a la Policía.
El forense, con los profesionales que la atendieron, llegaron a la misma conclusión: la menor había sufrido una salvaje golpiza.
Los estudios que le practicaron fueron contundentes: tenía graves daños en el hígado, el páncreas y la vesícula. Ese daño, según los especialistas, se había generado por un fuerte traumatismo, similar a los que se producen cuando una persona se golpea el abdomen en un accidente de motocicleta. Pero en este caso, según las secuelas que presentaba, la menor habría recibido un puntapié.
Varios castigos físicos
Personal de la división Delitos contra las Personas, al mando de los comisarios Marcelo Sallas y Cristian Peralta, realizaron averiguaciones en el barrio donde vivía la niña. La madre de la menor, al separarse de su pareja, abandonó a la pequeña. Su padre comenzó a mantener una nueva relación y se fue a vivir con otra mujer. En el barrio les informaron a los pesquisas que habían presenciado varios castigos físicos contra la niña, versión que fue confirmada por los médicos que la atienden desde que fue internada.
Está a cargo de la investigación el fiscal Washignton Navarro Dávila. Hasta el momento no ordenó que se detenga a ninguna persona. Esperan la evolución de la pequeña y que la madre biológica pueda hacerse cargo de la criatura, ya que se prohibió que tenga contacto con otros familiares. En las próximas horas se podrían tomar medidas contra la madrastra y su madre por ser consideradas sospechosas de ser las autoras de la brutal golpiza que recibió. En tanto, en las próximas horas se definirá si al padre le corresponde algún tipo de sanción por haber permitido los castigos físicos.