Santerías, talabarterías y relojerías son algunos de los locales más antiguos de la zona de El Bajo. Establecimientos como estos indican que es un área comercial como las de antaño. Y como en todo mercado urbano, también abundan los puestos de artículos económicos y modernos: parlantes, celulares, electrónica en general. Las camisetas y frazadas que cuelgan de los techos en la Plaza La Madrid, más conocida como “la terminal vieja”, constituyen otro de los íconos de El Bajo. La zona, tal y como está, mantiene su encanto y trae recuerdos a miles de tucumanos. Pero se prometieron refacciones que no se concretaron y se anunciaron mejoras que no llegaron.
“Estamos en deuda con la implementación”, respondió Luis Lobo Chaklián, titular de Planeamiento Urbano de San Miguel de Tucumán. La “deuda” a la que hace referencia es el programa “Renovación de áreas urbanas” que lanzó la Municipalidad en 2008.
En el marco de esta iniciativa se refaccionaron los frentes de cerca de una decena de edificios históricos, pero se contemplaban otras modificaciones que no se concretaron. Algunos de los vendedores de la zona iban a ser reubicados en el Predio Ferial; se pretendía organizar actividades artísticas, se repararían veredas y se iba a poner en marcha un mercado artesanal.
“Ya en ese momento (2008) había alguna problemática con la Provincia desde el punto de vista político. Y para que nosotros liberemos la Plaza La Madrid, la gente que estaba ahí tenía que pasar al Predio Ferial”, recordó Lobo Chaklián. Agregó que no consiguieron el aval de la gestión del entonces gobernador José Alperovich para materializar el proyecto. “El Predio Ferial pertenecía a la Provincia y ellos no nos dieron el OK para eso (para la reubicación)”.
En relación a los diversos proyectos trazados hace 10 años, el funcionario aseguró que siguen vigentes. “Nosotros tenemos toda la intención y están los proyectos para continuar”, dijo. Sin embargo, no aventuró una fecha estimada en la que esto se pueda concretar. “Espero que haya algún momento de diálogo para poder desarrollar los elementos que hacen falta. Reconocemos que estamos atrasados; empezamos con muchísima fuerza pero hay una deuda de mucho tiempo atrás”, concluyó el funcionario.
Los vecinos
Para Hugo Dip, cuya familia tiene un local en 24 de Septiembre primera cuadra desde hace décadas, la revalorización es necesaria. “La gente viene poco, me gustaría que cambien las cosas para que venga más gente”, reflexionó.
Hugo Díaz, a cargo de un bar en el pasaje Sargento Gómez, destacó la importancia de la zona para la identidad de la provincia. “Los turistas, así como quieren conocer la Casa Histórica, quieren conocer El Bajo”, destacó.
Por su parte, Luis Fernando Ocampo, titular del Sindicato de Vendedores Ambulantes de la República Argentina, afirmó que los puesteros no tienen conflictos con la autoridad. “Nuestros compañeros siempre se van a adecuar a las leyes vigentes”, ratificó.