MAE SAI, Tailandia.- Los pequeños futbolistas de la Academia Mu Pa (“Jabalíes Salvajes” ), que estuvieron atrapados en una cueva durante más de dos semanas se han convertido en ejemplos de lucha y resistencia. Ahora que están a salvo se conocieron los nombres y detalles personales de los niños y de su entrenador.
Chanin Vibulrungruang, tiene 11 años y sus amigos le dicen Titán. Es el más joven del equipo, pero ya es un veterano. Empezó a jugar al fútbol a los siete años en el colegio y luego lo invitaron a unirse al grupo, según la cadena británica BBC.
A Panumas Sangdee todo el mundo lo conoce como Mig. Tiene 13 años y es más alto que otros chicos de su edad.
Duangpetch Phromthep es Dom, el niño que cumplió años dentro de la cueva. A sus 14 años, es el capitán de los Jabalíes y uno de los más buscados por los clubes profesionales de Tailandia. Es el alma del equipo, el que los motiva.
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Adul Sam-on es un pequeño políglota de 14 años. Habla tailandés, birmano, chino e inglés y fue el único que pudo comunicarse con los buzos británicos el lunes 2 de julio, cuando fueron encontrados.
Somepong Jaiwong, o Pong, como le dicen en la escuela, sueña con jugar en la selección tailandesa, según uno de sus maestros.
Mongkol Booneiam, se hace llamar Mark y tiene 12 años. Sus profesores lo describieron como un chico muy respetuoso. Su padre dijo que le gusta mucho estudiar, casi tanto como jugar a la pelota.
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El apodo de Nattawut Takamrong es Tern. Tiene 14 años.
Peerapat Sompiangjai usa un apodo en inglés, “Night” (Noche). Cumplió 17 años dentro de la cueva, el 23 de junio.
A Ekarat Wongsukchan le dicen Bew y tiene 14 años. En una carta a su madre, le dijo que, cuando regresara la ayudaría en su negocio.
Prajak Sutham tiene 15 años y es conocido por su apodo Note. Todos lo que lo conocen dicen que es un chico inteligente y tranquilo.
Pipat Pho, o Nick, tiene 15 años y en la misiva que mandó a sus papás dijo que, cuando saliera, quería ir a comer afuera.
Pornchai Kamluang es uno de los más grandes del equipo: tiene 16 años. Durante su estadía en la cueva, intentó llevar calma a sus compañeros y a sus familiares.
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Una pieza clave para la supervivencia del grupo fue el entrenador, Ekapol Chanthawong. Tiene 25 años y -antes de ser asistente del director técnico de los Jabalíes Salvajes- era monje budista, según el diario británico “The Guardian”.
Su espiritualidad y su buen ánimo los mantuvieron con esperanza mientras esperaban en la oscuridad. Era uno de los más débiles porque en los primeros días les dio a los chicos su ración de comida y de agua. También les enseñó a meditar y a conservar la mayor cantidad de energía posible hasta que los encontrasen. (Especial)