BERLÍN, Alemania.- La experiencia de los 12 chicos y el entrenador de fútbol que pasaron más de dos semanas atrapados en una cueva, sin saber si saldrían vivos, podrían sufrir secuelas psicológicas a largo plazo.
Estar atrapado en un espacio pequeño durante días puede provocar miedo, confusión, ansiedad o sentimientos de impotencia y desesperanza, explica Sandy Capaldi, psicóloga y directora asociado del Centro para el Tratamiento y Estudio de la Ansiedad en la Universidad de Pensilvania, en una entrevista con CNN.
El impacto psicológico puede extenderse una vez pasada la experiencia traumática, considera. “Las consecuencias psicológicas podrían continuar después del rescate, se pueden manifestar en forma de pesadillas, problemas para dormir, dificultades para concentrarse o, por el contrario, no poder bajar la guardia nunca”, dice.
“Para algunos, estas reacciones disminuyen con el tiempo, pero para otros pueden permanecer y dar lugar a un trastorno por estrés postraumático (PTSD, según su sigla en inglés)”, señaló Capaldi.
No todas las personas que experimentan un evento traumático desarrollarán PTSD, pero los niños y adolescentes que sí lo padecen tienen un mayor riesgo de padecer trastornos de ansiedad, alimentación y abuso de sustancias, detalló.
Según el psicólogo infantil alemán Georg Romer, consultado por la agencia DPA, el haber pasado por una experiencia extrema -en la que las necesidades vitales están amenazadas- afectará las condiciones psíquicas de los jóvenes, pero la posibilidad de que queden traumas permanentes depende de cada persona.
“El nivel de trauma está directamente relacionado con la forma en que se trabaje sobre ello. La constitución del sistema nervioso de cada niño influye. También es importante su nivel de confianza en el mundo, las circunstancias del rescate y lo rápido que puedan volver a la normalidad”, indica.
Romer consideró que es decisiva la primera ayuda que reciban, también psicoterapeútica. “Hay que dejar claro a los niños que ya están en un lugar seguro y que se les va a proteger. Que tendrán una manta, comida y bebida y que se reunirán con sus familias lo antes posible. Que vuelvan a sus rutinas y tengan cuanto antes cerca a sus personas de referencia puede ser decisivo para que se recuperen rápidamente”, insiste. (DPA)