La falta de precisiones y la poca visibilidad complican la búsqueda en El Cadillal
Hace una semana que Martín Jiménez y su hijo Facundo fueron vistos por última vez cuando se internaron en lancha en el dique. Ayer llegó un equipo de Prefectura desde Capital Federal. Cuentan con equipos más sofisticados. Podrán sumergirse a mayor profundidad en el espejo de agua.
El hallazgo de los restos de un tanque de combustible que pertenecería a la lancha en la que partieron, el martes pasado, Martín Jiménez, de 47 años y su hijo Facundo, de 19, es el único dato con el que cuentan los rescatistas para intentar orientar la búsqueda de los navegantes desaparecidos, que ya lleva una semana.
Los Jiménez salieron desde el embarcadero del Tucumán Yacht Club, en El Cadillal, presuntamente a buscar leña en una zona de montes ubicada en el dique Celestino Gelsi. Pero no regresaron. Sus familiares alertaron a la Policía, que comenzó a rastrillar, a ciegas por la poca visibilidad, dentro del espejo de agua.
Los especialistas no descartan que la lancha en la que se desplazaban los Jiménez se haya hundido como consecuencia de la excesiva carga, al volver. Cerca de la costa, un equipo de la Policía Lacustre encontró leña y un salvavidas. No descartan que pertenezca a alguna de las víctimas.
Los rescatistas no dudan en señalar que la ausencia de un testigo que haya visto o pueda señalar un lugar preciso en el lago es una de las principales dificultades que enfrentan. “Hubiese sido de mucha ayuda poder contar con una referencia. La búsqueda es muy abierta. No hay un lugar preciso de dónde se encuentra la embarcación”, explicó el comisario Mario Herrera, de la Policía Lacustre. De todos modos, el hallazgo del tanque permitió delimitar la zona para el buceo.
Búsqueda en El Cadillal: sacaron el tanque de una lancha del fondo del dique
Herrera también se refirió a la escasa visibilidad con la que tienen que trabajar los buzos al sumergirse. “Deben realizar su tarea al tacto, sin contar con una ubicación precisa”, señaló. El jefe de la Lacustre indicó que ayer contaban con una visibilidad de unos siete metros.
Ayer por la mañana, ingresaron al dique lanchas de la Policía y otras de navegantes particulares que colaboran en la búsqueda. Las condiciones meteorológicas eran mejores que las de los días anteriores.
Efectuaron recorridos entre las costas y rastrillaron la zona utilizando ganchos y cuerdas. Las tareas se cumplieron en la zona de La Batea, al noreste de la Sierra de Medina.
Los expertos señalaron que en ese lugar el dique tiene una profundidad de unos 20 metros, que puede descender a 42, en algunos sectores.
Navegante de experiencia
Jiménez padre es un experimentado navegante que trabajada en el Tucumán Yacht Club desde aproximadamente una década. Junto a su familia reside en la zona de El Vallecito, cerca del dique. Su hijo Facundo lo ayuda habitualmente en esas tareas.
Creen que los desaparecidos en El Cadillal cayeron al agua desde la lancha
Alfredo, un lugareño, contó: “Son gente muy querida en la zona, además de la familia, hay muchos vecinos que estamos colaborando en la búsqueda con nuestros botes o trayendo suministros”.
“Desgraciadamente no tenemos novedades. Seguimos en la búsqueda, pero nada. De todos modos la fe siempre está presente, aunque son muchos días. Aquí la gente se moviliza porque sabemos que se trata de una desgracia que le puede pasar a cualquiera”, concluyó.
Más rescatistas
Por la tarde, se sumó personal de Prefectura Naval de la Ciudad de Buenos Aires. Cuentan con equipos para descender a mayor profundidad. Además, tienen equipos con cámaras de video y embarcaciones equipadas con sistemas de comunicación y de monitoreo. Los buzos reciben el oxígeno a través de mangueras, contaron las fuentes consultadas.
Los especialistas se sumaron a los que llegaron a la provincia desde Chaco, más precisamente de la localidad de Barraquera, en donde recorren a diario el cauce del río Paraná.
Los familiares de las víctimas hicieron un campamento en la cola del dique. Allí aguardan novedades y apoyan la búsqueda. Realizaron una fogata y colaboraron acercando insumos y refrigerios a los rescatistas. Las tareas, que no arrojaron resultados, se extendieron hasta las 19.
La causa se encuentra en manos de la fiscala Adriana Gianonni (VIII). Por el momento, el caso fue calificado como presunta desaparición de personas. A pesar de que ya transcurrió una semana de la tragedia, la búsqueda prosigue.
Según comentó un lugareño, cuando una persona se ahoga en el dique, las aguas suelen devolver el cuerpo a la costa varios días después.
Una versión
En todos estos días de labor, personal de la división Lacustre, Infantería, Grupo CERO y lugareños recorrieron una distancia de 80 metros. Así llegaron a una zona donde los lugareños cortan leña. Un baquiano les contó que ese día escuchó el ruido de una motosierra.
Dijo que le llamó la atención en el momento porque es normal para esta época del año que los habitantes de la villa concurran a esa zona a buscar leña. En general, lo hacen en embarcaciones para llegar a lugares donde encuentran más madera, ya que no está al alcance de cualquiera, según se conoce.