El paso de las horas se transformó en el principal enemigo de los rescatistas. Ayer, por segundo día consecutivo, la Policía, familiares y pescadores buscaron sin éxito a los dos hombres que desaparecieron en El Cadillal el martes por la tarde. “Seguiremos adelante con la tarea. Sólo nos detenemos cuando cae la noche”, anticipó el comisario Carlos Castro, jefe de la Unidad Regional Norte.
Martín Jiménez (47 años) y su hijo Facundo (19), salieron en una lancha con un potente motor desde el Tucumán Yacht Club a buscar leña en la zona de montes del espejo. Pero nunca regresaron. Sus familiares hicieron la denuncia la noche de ese día. La jornada siguiente se organizó un operativo para salir a buscarlos. Desde ese momento, los rastrillajes no se detuvieron.
Un vecino de la zona del río Tapia dio un dato importante. Comentó que el día anterior, por la tarde, había escuchado el ruido de una motosierra. No le llamó la atención porque es normal para esta época del año que los habitantes de la villa concurran a esa zona a buscar leña. Normalmente, lo hacen en embarcaciones para llegar a lugares donde encuentran más madera, ya que no está al alcance de cualquiera.
También dijo que horas después sintió gritos, pero que no pudo observar nada extraño, aunque reconoció que las condiciones del tiempo no eran buenas. Llovía, había neblina y corría mucho viento, por lo que el lago contaba con un importante oleaje.
Hipótesis
Con esos datos, personal de la división Lacustre, Infantería, Grupo CERO y lugareños recorrieron ese sector del dique y sus alrededores en busca de alguna pista que los pueda conducir hacia los hombres desaparecidos.
El jefe de la división Lacustre, comisario Mario Herrera, confirmó a LA GACETA que llegaron a una zona donde habitualmente se corta leña. “Sobre la costa encontramos leña y un salvavidas”, indicó. Civiles que colaboran con la búsqueda también habrían encontrado otros elementos que pudieron haber pertenecido a la embarcación.
La hipótesis que manejan los rescatista es que los Jiménez cargaron mucha leña en la embarcación y cuando regresaban al punto de salida, la lancha se terminó hundiendo por el peso o porque le ingresó de golpe agua. Si realmente ocurrió eso, la posibilidad de encontrarlos con vida disminuye considerablemente. Por más que hayan tenido puesto los salvavidas o sean expertos nadadores, los desaparecidos no podrían haber sobrevivido por la baja temperatura del agua, de acuerdo a expertos.
La esperanza que tenían los buscadores era que los Jiménez hayan llegado hasta la orilla y ahí haberse refugiado. Pero no los encontraron en los rastrillajes. Además, los desaparecidos son conocedores de la zona y podrían haber llegado caminando hasta sus casas.
Por el momento, trabajan con ganchos y cuerdas para tratar de barrer el fondo del lago. “No hay datos precisos de la ubicación de la lancha, por lo tanto todo es incierto”, aclaró Herrera .