06 Julio 2018
ISTRA (Rusia).- En las instancias eliminatorias de un Mundial resulta lógico que las cabezas estén enfocadas en el fútbol, en la táctica, en las propias fortalezas y en las debilidades del rival. Pero a horas del cruce ante Uruguay, por un lugar en la semifinal, Paul Pogba también estaba preocupado por el corte de pelo que lucirá en una eventual final. Con sus excentricidades, el carismático volante de la selección de Francia atrae tanta atención en la previa como el lesionado Edinson Cavani, que no podrá jugar. Cuando Didier Deschamps recibió una camiseta con el número 80, en referencia a la cantidad de partidos que lleva como DT de los “Bleus” -el técnico que más dirigió a Francia-, todos los jugadores observaron sonrientes y bien sentados durante la cena en el búnker galo en Rusia. Pogba fue diferente y, como un niño, silbó desde un rincón. El volante de 25 años divierte también a sus seguidores con los llamados “Pogba-Diaries”: el diario de la vida y locuras de un futbolista estrella, que hace dos años pasó de Juventus a Manchester United por la suma entonces récord de € 105 millones (U$S 122 millones). Pero Pogba es algo más para Francia. “Demostró que puede ser el gran líder del equipo”, dijo su compañero Blaise Matuidi. La voz de Pogba, que jugará su partido 58 como internacional, tiene su peso. Y eso también incluye sus payasadas y rarezas. Hasta el punto que Deschamps, técnico obsesionado con la disciplina, le deja cierto margen de acción, siempre limitado: en Francia no hay sitio para escándalos. “Mis jugadores siguen siendo aprendices”, dijo el DT, pese a que cuenta con estrellas como Antoine Griezmann, Kylian Mbappé o Pogba. En otro mensaje Deschamps apuntó directamente a Pogba: “es capaz de todo, pero no puede hacer todo”. (DPA)
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