Carla “La Jefa” Sánchez fue condenada por narcotráfico a través de Skype

La tucumana Carla Sánchez, conocida como "La jefa", fue condenada a siete años de prisión por la la Justicia de Santiago del Estero en un fallo que se dio a conocer a través de una videoconferencia. La señalada como líder de una banda narco fue hallada responsable de dos hechos ilícitos, el más importante ejecutado en 2014 con el secuestro de 106 kilos de marihuana.

A pesar de estar detenida hace cinco años en Salta, lo particular del caso de Sánchez es que fue juzgada por un tribunal santiagueño y para todo el proceso se utilizó la tecnología de conferencia a través de Skype.

El motivo de dicha decisión es que las autoridades temían que en el traslado hacia la vecina provincia, Sanchez se fugara.

La acusación estuvo a cargo de la fiscal Indiana Garzón y la defensa de Sánchez, a cargo del doctor Lucas Vieyra Ortiz. El Tribunal Oral Federal fue presidido por Abelardo Basbúsm, quien falló en un juicio abreviado.

En agosto del 2014, Gendarmería le dio un duro golpe a "La Jefa" cuando le allanó la casa donde vivía, en la ciudad santiagueña de La Banda, y otras propiedades privadas. En una de las viviendas, incautaron 106 kilos de marihuana, armas y más de $ 35.000 en efectivo. 

Carla “La Jefa” Sánchez fue condenada por narcotráfico en juicio abreviado

Doble vida

Sánchez habría tenido una doble vida. Para la sociedad, era una empresaria que vendía ropa, que usaba vestimenta lujosa y que se movilizaba en vehículos de alta gama a toda velocidad por las calles de Yerba Buena y Concepción. Según los pesquisas, es una mujer inteligente que logró crecer en un negocio que sólo está reservado para los más duros y calculadores.

En su ciudad natal casi no la recuerdan porque se fue muy joven a Santiago del Estero. Algunos aseguran que habría sido novia de Julio “Gastonero” Chávez, un hombre que tiene causas por comercialización de estupefacientes y que estuvo involucrado en la fuga de una adolescente en 2015. Fuentes policiales confirmaron que el acusado tenía un vehículo de alta gama que estaba a nombre de ella.

Los pesquisas sospechan que habría tenido una aceitada relación con grupos que se dedicaban a la venta por mayor de marihuana. Estos creían que la droga venía en avionetas que eran descargadas en pistas clandestinas, que Sánchez habría instalado en La Ramada (al norteste de la provincia) y en un campo ubicado en la localidad santiagueña de Señora Pujio.

Sánchez, según confiaron varias fuentes, se instaló en La Banda, con otra pareja. El hombre, de acuerdo a fuentes judiciales, también habría estado vinculado al negocio y juntos comenzaron a operar. Él fue detenido tiempo después y fue ella la que habría quedado al frente de la organización.

Dueña de un fuerte carácter, la concepcionense logró lo que muy pocas personas lo habían conseguido: establecer contactos que le habrían permitido traer marihuana en grandes cantidades por vía terrestre y aérea.