Estudiaron 26 cuerpos, 26 actuaciones complementarias y otros procedimientos organizados por la Policía, como rastrillajes y búsqueda de un auto Fiat Duna color bordó o rojo. También analizaron los cruces telefónicos efectuados por Policía Federal (PFA), con 95 líneas, y requirieron la ampliación de los pedidos de informe de los números de teléfonos que utilizaban el entorno de Paulina Lebbos y los sospechosos.
Estos y más elementos fueron incluidos en el informe “reservado” que los policías Hugo Rafael Cabeza, Miguel Gómez (eran entonces jefes de la división Homicidios) y César Agüero (especialista en delitos telemáticos) elaboraron en 2013 por pedido del fiscal Carlos Albaca, a cargo de la causa del homicidio de la joven en ese momento. Se trató un trabajo que no figuró en el expediente y que no conocían el Tribunal del juicio oral, la querella y de las defensas de los imputados.
Los especialistas estructuraron el trabajo en el “hecho” (hallazgo y pericias) y en la investigación, centrada en los procedimientos y seis hipótesis de las causas de la desaparición y el crimen de Paulina, entre el 26 de febrero y el 12 de marzo de 2006. Además, la evaluación contempló “medidas futuras”:
•Aconsejaron “aprovechar” las muestras que se encontraban reservadas en la Fundación Favaloro, en Buenos Aires, y “enviarlas al laboratorio de la Plata u otro, aprovechando las nuevas tecnologías en estudios genéticos. También, “remitir el resto de las muestras en condición de ser sometido para estudios de ADN, procurando encontrar el perfil genético del autor material”.
•Ampliación -antes y después de la desaparición- del cruce de llamadas de todas las personas vinculadas al entorno más cercano de la víctima, “tratando de reforzar o descartar las sospechas de que Paulina pudo encontrarse con otros individuos o concurrir después de salir de ‘Gitana’ a otro lugar, sea una reunión o fiesta”, entre otras.
Móvil 1: ataque sexual por parte del remisero
Las sospechas se centraron, en particular, en Juan Pedro Cruzado, quien tenía 45 años en el momento del crimen de Paulina Lebbos. El remisero llegó de manera espontánea a la Dirección de Inteligencia Criminal de la Policía y manifestó que el día de la desaparición de Paulina Lebbos, había efectuado un viaje con iguales características al descripto por Virginia Mercado, amiga de la víctima. “Las declaraciones de Cruzado tienen 90% o más de coincidencias, con las declaraciones hechas por Virginia Mercado, respecto del lugar y hora del abordaje, trayecto realizado, parada en calle La Rioja al 400, donde desciende una de las pasajeras e ingresa a un domicilio para buscar algo, la continuidad del viaje por la otra pasajera a la casa de su novio”. Cruzado no precisó la calle, pero sí la altura, al 1.200, punto ubicado detrás del Parque 9 de Julio. “No coincidieron la vestimenta de esta segunda pasajera que Cruzado describió y el lugar (Cuba al 1.200), donde la había dejado, según describió”, detalló el informe confidencial.
Móvil 2 y 3: el vecino y César Soto, pareja de Paulina
¿Quién es Juan Pedro Jiménez? Era vecino de César Soto y padre de Jorge, el compadre de Paulina Lebbos y el novio. Jiménez trabajaba en el transporte de ganado para “La Carlota”. ¿Por qué se sospecha de él? Según la investigación, éste había intentado seducir a Paulina y la habría invitado a distintas salidas. “El 26 febrero de 2006 se quedó solo en su vivienda, ya que la familia concurrió a una fiesta en la localidad de Burruyacu. Jiménez tenía que viajar a primera hora del día. Se presume que se alistó para el viaje en un horario que coincidió con la llegada de Paulina al lugar y, voluntaria o involuntariamente, la haya hecho ingresar a su departamento o a viajar en el camión”, indicó el informe.
La tercera hipótesis apuntó, según el análisis, a César Soto. “Conforme a los testigos, mostró actos de violencia contra Paulina, especialmente, por celos, más aún cuando esa noche se fue a trabajar y desconocía que ella había salido a bailar con amigas. Los horarios de llegada de ambos al departamento también pudieron haber coincidido”, señaló el trabajo.
Móvil 4: conocidos o personas que conocieron
Una de las lineas de investigaciones es la aparición de personas que conocieron en el momento o conocían y se encontraron en el boliche “Gitana”, “Con ellas, voluntariamente, podrían haber concurrido a otro lugar y haber abusado o intentado abusar de la víctima. Los investigadores sospecharon que Paulina y su amiga Virginia Mercado, al quedar solas en ese local, “podrían haber conocido a alguien o se encontraron con alguien que conocían dentro o fuera del boliche”. “La hipótesis es muy relativa a nuestro criterio, pues tendríamos que desconfiar no sólo de la declaración de Virginia, sino también de las seis personas que salieron esa noche junto con Paulina. Especialmente, del testimonio de su hermana Jimena y su primo Alejandro, quienes coincidieron cuando expresaron que al llegar al departamento, Virginia ya estaba durmiendo y al preguntarle sobre Paulina. Ésta le manifestó que la víctima había continuado viaje en el remis, con destino a la casa de César Soto”, hizo hincapié el informe de los especialistas.
Móvil 5: la línea de investigación de “los hijos del poder”
La línea de investigación conocida como “los hijos del poder, que es la más conocida por la opinión pública. “Se iniciaron actuaciones complementarias en noviembre de 2007, al comparecer en forma espontánea en el despacho del fiscal, una persona del sexo masculino. (Este hombre) manifestó que tenía información de la causa Paulina Lebbos. Dijo que el lugar donde ocurrió el hecho fue en el camping 27 de Abril, en la zona de El Cadillal, a 1,5 kilómetro de Tucumán Yate Club, yendo a la mano derecha. Allí hubo una fiesta, donde participaron Kaleñuk, Rojkés y otras personas, y que a este camping lo atiende un tal Olivera, que es hermano del comisario Olivera ya retirado. Para verificar esta información, se comisionó a personal de Gendarmería Nacional Escuadrón 55. Gendarmería Nacional no logró vincular a Paulina con estas personas y con la vivienda”, manifestó el análisis de los policías. En está hipótesis habían sido nombrados Gabriel y Daniel Alperovich, hijos del senador y ex gobernador de la provincia, quienes rechazaron una vinculación con la causa.
Móvil 6: la “pista raco”, tras la llamada a la Justicia
Marcela Alejandra Juárez declaró que recibió la llamada de una mujer que se había identificado como María Gómez. Esta última persona dijo el que identikit (retrato) publicado coincidía con los rasgos de su hijo. “(Expresó que) había participado de una fiesta en Raco, pero que él no la había matado y que a otras personas se les había ido la mano. Gendarmería identificó a la persona que había llamado como María Graciela Gómez”, dijo el informe.
Otro elemento fue que en el sindicato de vendedores de diarios de la localidad de Raco, se había realizado una fiesta el sábado 25 de febrero de 2006, “donde podría haber concurrido la fallecida Paulina Lebbos”. Se efectuó allanamiento en el lugar el 8 de junio de 2006. En noviembre de 2007 se iniciaron actuaciones por la recepción de una correspondencia anónima, en la que “pusieron en conocimiento que el legislador ‘Pinky’ Rojas dirigía, supuestamente, una banda de traficantes de drogas en ‘La Costanera’ y que, junto con César Soto, habrían estado implicados en el asesinato de Paulina”, según el trabajo.