Funcionarios de la Municipalidad y concejales de Cambiemos defendieron el veto parcial del Intendente, Germán Alfaro, a la ordenanza que intensifica las inspecciones en obras en construcción.
“No hay motivos para este veto; sin lugar a dudas que de ahora en adelante él (por el intendente) será el responsable absoluto de cualquier circunstancia desagradable que pase en la capital por controles erróneos. No sé si este veto será por capricho, dinero o por qué”, había cuestionado Armando Cortalezzi (PJ), presidente del Concejo.
“Cortalezzi no resiste un control y pretende manchar con segundas intenciones el veto a una ordenanza oportunista, insustancial y con defectos técnicos y jurídicos”, defendió Walter Berarducci, secretario de Gobierno municipal. El conflicto comenzó tras la reacción política de los concejales al derrumbe del ex cine Parravicini, que provocó la muerte de tres vecinos. Los concejales de la oposición aprobaron un proyecto de ordenanza que aumentaba las inspecciones a las obras en construcción y a las refacciones en edificios de valor patrimonial: los inspectores de Catastro debían realizar al menos un control mensual. Los técnicos de la Municipalidad también debían ser acompañados por profesionales de los colegios de Ingenieros o Arquitectos, y éstos actuarían como parte consultada en caso de protestas. Alfaro eliminó estos puntos.
“En las obras, nuevas o refacciones, intervienen actores con distintas responsabilidades: propietario, profesional, colegios, contratistas y la Municipalidad. Asignarles a uno la función o responsabilidad de los otros no trae más seguridad, ni elimina los accidentes, sino que genera caos y superposición administrativa”, cruzó Berarducci.
El jefe de la bancada de Cambiemos en el Concejo, Agustín Romano Norri, reforzó las críticas: “Cortalezzi está siendo demagogo y no tiene que buscar el oportunismo político luego de una tragedia. Hace política de baja estofa”. Enrique Romero, director de Tránsito, también cruzó a Cortalezzi: “cuando era interventor de la Caja por su falta de compromiso y responsabilidad, no arregló el edificio de San Martín 728, al borde del colapso. Nada dijo entonces de la incompetencia técnica”, chicaneó.