Algo cambió en Moscú: terminó la primera ronda y las camisetas desaparecieron de sus calles

Algo ha cambiado en Moscú. Faltan camisetas. Y nosotros, que somos los que venimos de afuera, los invasores, ya las extrañamos. Ahora somos moscovitas, nos dicen acá; nos lo menciona Sasha, nuestro amigo de 20 años, mozo en un bar donde todo es “interesante y sofisticado”.

Sasha quiere saber más de nuestra Argentina, nosotros de su Rusia. Sasha se esfuerza en hablar nuestro idioma, en preguntarnos por Lionel Messi, por la Selección. Nosotros queremos saber qué pasa, hacia dónde fueron las camisetas, porque Moscú esta igual de poblada y de linda que cuando había camisetas.

“Están repartidas en otras ciudades”, nos consuela Sasha. Lee creemos. El fútbol brilla por su ausencia en Moscú, el Mundial ahora se vive en modo turista. “Hay que lavarlas”, juega con nosotros un español que lleva una bufanda de Barcelona, el club de Messi, nuestro Messi.

No es catalán, pero ama a Messi. Queremos camisetas. “Paciencia”, nos pide Sasha. “Hasta el domingo”, nos recuerda. Lo sabemos, el domingo juegan en Moscú el local y España. Falta una eternidad para el domingo. Extrañamos las camisetas.