El día después: contención a Messi y muchas conjeturas

Fue la noche que nadie quería vivir en la intimidad de la Selección. Al que igual que los hinchas y que la prensa, los jugadores sintieron el 1 a 1 como una derrota y eso se reflejó en la velocidad con la que cenaron y con la que se fueron a dormir. El clima de contrariedad, con mucho de frustración por un rendimiento negativo que no se esperaba, arrancó en el vestuario pospartido y siguió durante toda la jornada del sábado. Ayer, la misión del cuerpo técnico fue levantar los ánimos. Tarea compleja, porque el plantel percibió de inmediato el aluvión de críticas que llovió desde las redes sociales.

¿Qué pasó con Messi? Se refugió en tres pilares: su amigo Sergio Agüero, con quien comparte habitación y confesiones; Pepe Costa, su hombre de confianza en Barcelona, siempre listo para escucharlo y ayudarlo en lo que sea necesario; y Marcelo D’Andrea, el fisioterapeuta del plantel -conocido como ‘Dady’ por su parecido con el humorista- quien lo asiste y anima a cada momento. Messi asumió la responsabilidad por el resultado al hablar del penal que le atajó el arquero islandés y no fue una frase de circunstancia ni para reafirmar el liderazgo. Realmente lo invadió esa certeza y de allí el trabajo de contención que se desplegó alrededor.

Fue un Día del Padre extraño para los jugadores. A nadie escapa que hubieran querido celebrarlo al calor de una victoria. Por la mañana, Jorge Sampaoli diseñó una práctica a la que no concurrieron los titulares, limitados a realizar trabajos regenerativos en el gimnasio. En el campo se vieron trabajos de presión y velocidad, con el fin de recuperar rápido la pelota. El humor fue mejorando con el correr de las horas, con el presidente de la AFA activo a la hora de repartir sonrirsas y asumir el rol de motivador, aunque se sabe que vienen días cruciales porque la preparación del partido con Croacia no puede fallar.

Mientras tanto, hay un mar de conjeturas referidas a los cambios que podría hacer Sampaoli con miras al choque del jueves en Nizhni Novgorod. Por el momento son eso: hipótesis, porque la verdad empezará a develarse durante la práctica de hoy. ¿Por dónde pasan esas posibilidades? Gabriel Mercado por Eduardo Salvio, Federico Fazio por Marcos Rojo, Giovani Lo Celso o Ever Banega por Lucas Biglia, Cristian Pavón por Ángel Di María y Gonzalo Higuaín por Sergio Agüero. Todo en el terreno de lo probable. Un resultado negativo y una actuación deficiente, potencian la profundidad de cualquier decisión.