El subjefe de Policía señaló que Di Lella habría dado la orden para fraguar las actas
El comisario Francisco Picón declaró como testigo. Contó que advirtió que las actuaciones habían sido adulteradas. En esos documentos figuraba que el cadáver había sido encontrado en un rastrillaje policial. Dijo que cuando reclamó por esa situación, le respondieron que “era orden del doctor”. “Creo que se referían a Eduardo Di Lella”, argumentó.
Francisco Vicente Picón era un oficial principal de la Brigada de Investigaciones Norte en la época en que Paulina Alejandra Lebbos fue asesinada y su cuerpo fue arrojado en una pendiente junto a la ruta 341, en Tapia.
Ahora, es el subjefe de la Policía. Ayer, declaró como testigo en el juicio en el que se investiga el crimen de la joven estudiante y su posterior encubrimiento.
Picón participó de la comisión de pesquisas que intervino en el caso. Ese equipo estaba formado por investigadores de diferentes unidades especiales. Se reunían en la sede la ex Brigada.
El uniformado realizó averiguaciones en torno al caso en la zona norte de la provincia. Ayer, aportó detalles reveladores sobre las actas fraguadas en la comisaría de Raco. Dijo que, el día siguiente al hallazgo, él supo que el cadáver no había sido encontrado por la Policía. Agregó que creía que Eduardo Di Lella le habría transmitido esa orden al comisario de Raco, Enrique García.
Además, señaló que comunicó esa información durante una reunión de investigadores del caso. “No sentí que me hayan dado mucha importancia”, contó. “Dije que García está haciendo macanas”, manifestó.
Actas en Raco
El oficial contó que en la mañana del domingo 12 de marzo de 2006, el comisario Héctor Rubén Brito -era jefe de la Regional Norte- le ordenó que se dirigiera hasta la comisaría de Raco y que “le ayude a documentar a García”.
“Cuando llegué, por la tarde, García me dijo que estaba todo documentado y que lo único que yo podía hacer era un acta de averiguaciones”, señaló, Picón explicó que, entonces, se dirigió hasta el club de polo, donde se entrevistó con el casero, quien le dijo: “Los Goitea habían encontrado el cuerpo”. Según el jefe policial, esperó a los hermanos, pero como no regresaban, volvió a la sede policial y le comunicó la novedad a García.
“Cuando leo el acta veo que no coincidía. García me dijo que los Goitea no querían aparecer”, indicó. “Esto se hace así, la encontró la Policía”, dijo Picón que le respondieron desde otra oficina. “Hice un acta que no releí, la imprimí y la firmé”, fundamentó.
El fiscal de Cámara, Carlos Sale, le preguntó al testigo por qué en el acta figuraba que le había tomado declaración a los hermanos que hallaron el cadáver y no al casero del club de polo.
“Tuve un error en el horario y un error mecanográfico”, manifestó. En realidad, horas antes García habría ido a buscar en su domicilio y los llevó a la comisaría. En el camino los habría intimidado para que declararan que la Policía había realizado un rastrillaje y encontrado el cuerpo de Paulina.
“Desde la oficina donde yo estaba les dije a (Enrique) García y a (Antonio) Rojas, que estaban en otra habitación: ‘¿que no es que la encontraron los baquianos?’. No sé cuál de ellos me respondió que se había documentado así porque eran directivas del doctor”, contó.
Rojas era el comisario de Vipos y la zona del hallazgo estaba en su jurisdicción. El comisario falleció días antes de presentarse a declarar como testigo por lo que no se puede corroborar los dichos de Picón. García, en cambio, cumple condena por las irregularidades que cometió.
“Creo que se referían al doctor Di Lella. Familiares suyos tenían casa en Raco. Era un asiduo concurrente. García siempre decía que tenía una amistad con Di Lella. Con García tenía un trato más ameno, a nosotros nos saludaba de lejos nomás”, argumentó.
Enfrentamiento
“Creo que yo no gozaba del afecto del jefe de Policía (Hugo Raúl Sánchez)”, dijo Picón. “Lo que ha quedado claro es que hay un enfrentamiento entre el ala política y la policial”, sostuvo Gustavo Carlino, representante de Nicolás Barrera, quien era subjefe de la Policía.
“Siempre me puse la camiseta de la Policía y no la de un jefe de turno”, aclaró Picón.
Hacer presencia
El testigo confirmó que Eduardo Di Lella asistía a las reuniones de la comisión que investigaba la desaparición de Paulina y posteriormente, el crimen. “Iba a para hacer presencia. a mirar”, dijo.
Sorpresa en Raco
“Creo que (Enrique) García no sabía que yo iba. Cuando llegué lo noté sorprendido”, comentó el comisario Francisco Picón. Agregó que García no le dijo “que los hermanos Goitea habían declarado”.
Relevancia
”No está bien que le estemos sacando palabra por palabra con un tirabuzón. Todo tiene relevancia. Usted es el subjefe de la Policía, no luce bien”, le dijo el vocal Dante Ibáñez a Picón.
Sin viáticos
Picón contó que a partir de una pista que indicaba que Paulina Lebbos había sido vista en Salta, de determinó que una comisión a su cargo viajara a esa provincia. Como los viáticos “era irrisorios”, le planteó esa situación al entonces subcomisario Luis Núñez, que era el jefe de la Brigada de Investigaciones Norte. Núñez habría gestionado una ayuda económica en Casa de Gobierno. “Fui y me atendió Alberto Kaleñuk, que era secretario del entonces gobernador José Alperovich. Me dio U$S 200. Los cambiamos en una ‘cueva’ en el microcentro y con ese dinero cargamos combustible”, contó.
Pedido de detención rechazado
Gustavo Morales, defensor de Eduardo Di Lella -ex secretario de Seguridad de la provincia-, solicitó la detención de Francisco Picón por los presuntos delitos de falso testimonio y de falsedad ideológica. “Ha quedado exhibido en la audiencia que era un acta falsa y que Picón la firmó sabiéndolo”, argumentó el letrado. “Hubo una serie de diferencias que pudieron quedar zanjadas con la declaración del testigo. Se trata de una cuestión de valoración de pruebas”, opinó el fiscal de Cámara, Carlos Sale. “No nos convence la declaración. Al momento de los alegatos analizaremos el testimonio”, indicó Roberto Tejerizo, abogado de Alberto Lebbos. Respecto al pedido de detención, fue rechazado por el tribunal, tras una breve deliberación. “No se advierte un falso testimonio flagrante. No se dan las condiciones”, fundamentó Carlos Caramuti, presidente de la Sala III.