El Gobierno trata de retomar la iniciativa política
Los gremios amenazan con un paro nacional. Spotorno describió que el contexto internacional obliga a Macri a avanzar con un acuerdo con el FMI. Manzur dice que el Presidente estaba en su derecho de vetar la ley, mientras que Berensztein afirma que la Casa Rosada se está preparando para el debate que se dará por el Presupuesto 2019.
La necesidad de sacar rápidamente fortaleza política para sostener el rumbo de la economía; la búsqueda de un verdadero acuerdo nacional, en medio de amenazas de medidas de fuerza y dar señales claras al mercado. Ese es el cuadro de situación en el que se mueve el presidente Mauricio Macri, tras vetar velozmente la ley que promovía que el valor de las tarifas se retrotraiga al esquema existente en noviembre pasado y que se vaya actualizando de acuerdo con la evolución del salario.
Desde el exterior, el FMI confirma que las negociaciones con la Argentina, por el crédito stand-by solicitado, están encaminadas, mientras la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) postergó el ingreso del país a ese bloque. Por el lado de la política interna, los principales sindicatos nacionales no alineados a la CGT ya piensan en la convocatoria a un paro para el próximo viernes, en reclamo contra el veto presidencial, a las negociaciones con el FMI y otras reivindicaciones salariales.
Luego del debate en el Senado del proyecto impulsado por la oposición a Cambiemos, el economista Fausto Spotorno señaló a LA GACETA que en el Congreso no se ha tomado en cuenta toda la realidad económica del sector energético. “Desde antes del debate en el recinto se sabía que la ley iba camino al veto y, además, que el costo fiscal de la medida iba a ser demasiado alto, que el Estado no estaba en condiciones de asumirlo”, puntualizó el director del Centro de Estudios Económicos de OJF.
A su criterio, aún faltan varios movimietnos en materia de tarifas, particularmente porque resta establecer cuál puede llegar a ser el marco regulatorio si se quiere liberar el mercado mayorista.
Respecto del impacto económico del veto presidencial en la actividad, Spotorno sostuvo que, más allá de las cuestiones domésticas, no hay que perder de vista que hay un fenómeno global del salto de calidad (fly to quality) de los inversores hacia países desarrollados. “Y esto implicará que habrá menos fondos para los emergentes como la Argentina, por lo que el escenario de vulnerabilidad continuará”, acotó. De allí la necesidad de acordar con el Fondo, “con el fin de darle sostenibilidad a la política económica hasta tanto se ordenen las cuentas públicas”.
La mirada política
Luego del veto, el gobierno intentará retomar la iniciativa política avanzando en las negociaciones con gobernadores afines a los efectos de ensanchar las bases de sustentación política de las medidas de austeridad, sobre todo de cara al debate por el presupuesto del año próximo, planteó, por su parte, el analista político Sergio Berensztein. Sin embargo, en el peronismo no hay un criterio unificado, como quedó demostrado en la debate de las tarifas, agregó.
“Más aún, hay sectores proclives a apoyar medidas de protesta, como la marcha federal, y hasta un eventual para general impulsado por una CGT sin conducción, pero necesitada de no perder protagonismo”, completó.
En medio de este escenario, el gobernador de Tucumán, Juan Manzur, sólo se limitó a decir a nuestro diario que el veto “es una facultad constitucional que le asiste al presidente de la Nación”. “Él está en su derecho de definirlo; no hay interpretaciones políticas que hacer”, completó el jefe del Ejecutivo provincial.
“Los argentinos no quieren volver al pasado”
Apenas cinco horas después de la votación en el Senado, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, anunció que Mauricio Macri hizo uso de su “facultad constitucional” de rechazar la norma impulsada por la oposición. Asimismo, y tras cuestionar el “doble discurso” de los mandatarios provinciales del PJ, Peña aseguró que desde el Gobierno “no vamos a negociar la vuelta al pasado”. Y reveló: “casi todos los que han trabajado en esta ley en privado nos decían: ‘van a vetarla, ¿no?’”. “Tenemos un gran desafío, de seguir asumiendo la tarea compleja de adecuarnos a esta situación mundial. La Argentina tiene que hacer los esfuerzos necesarios para acercar su presupuesto al equilibrio más rápidamente”, sostuvo. También le envió un mensaje a la oposición: “si el peronismo quiere construir una alternativa racional para competir con Cambiemos en 2019, bienvenido. Creemos que Cambiemos va a ganar en 2019”. Y agregó: “cualquier jueguito de sacar una diferencia de alguna situación puntual creemos que no les va a redituar”. Sin embargo, aseguró: “vamos a seguir impulsando el diálogo, lo que no implica que vayamos a negociar la verdad, la falta de transparencia, la vuelta al pasado. Los argentinos no quieren eso”.