La reventa de entradas generó indignación entre los hinchas de San Martín
En menos de 12 horas, las poco más de 16.000 entradas que salieron a la venta para ver el partido del domingo, entre San Martín y Sarmiento de Junín. Aunque se espera una Ciudadela repleta, en las redes sociales se multiplican las ofertas de reventa y los reclamos de los hinchas por la organización y el sistema de venta implementado por la dirigencia "Santa".
Según explicaron fuentes del club "Santo", los tickets se repartieron entre las ocho bocas habilitadas en diferentes puntos de la ciudad y poco después de las 19 los rumores de que se habían agotado se volvieron realidad con la confirmación oficial. Por segundo partido consecutivo, el departamento de prensa publicó una imagen que decía "¡Entradas agotadas!".
ENTRADAS AGOTADAS
— Club Atlético San Martín (@CASMOficial) 31 de mayo de 2018
El CASM informa que se vendió en su totalidad la cantidad de entradas que permite Defensa Civil.
No hay más localidades para vender. Se ruega a los medios colaborar con la difusión. https://t.co/ywcLW5KoBH pic.twitter.com/Lxw21RaNT1
Después de horas de largas colas, son muchos los hinchas que se quedaron sin la posibilidad de comprar una entrada. Lo curioso es que en las redes sociales abundan las ofertas para conseguir una popular.
San Martín y Sarmiento definirán el domingo, desde las 16.40, el último ascenso a la Superliga
Con precios que duplican y triplican los de ventanilla, las entradas se comercializan en grupos de Facebook, algo que generó indignación en muchos hinchas que se quedaron con las manos vacías.
Apenas es necesario buscar "entradas San Martín" en Facebook para que en los resultados salgan decenas de publicaciones tanto con pedidos como con ofertas de populares para el partido del domingo.
Las quejas de los hinchas que se quedaron sin entradas apuntan contra la dirigencia y el sistema de venta, que fue libre en ocho puntos. Si bien el club aclaró que se entregaron apenas dos tickets por personas, alcanzaba con llegarse hasta la puerta de los lugares habilidatos para comprobar que esa premisa no se cumplió en todos los casos.
Con todas las entradas agotadas, ahora los fanáticos se encuentran en una disyuntiva: quedarse en casa o caer en manos de un revendedor y correr el riesgo de que las entradas no sean oficiales.
Desde la dirigencia anticiparon que en todos los accesos al estadio se controlará con un scanner que las entradas sean las que se comercializaron en los puntos habilitados.