La Federación Peruana de Fútbol se jugó su última carta y apeló ante el Tribunal Federal Suizo para que Paolo Guerrero pueda disputar el Mundial de Rusia. Es la última esperanza que le queda al goleador tras la sanción que recibió de la Corte Arbitral del Deporte por dar positivo en un control antidoping el año pasado. Las posibilidades de revertir -o al menos postergar- la aplicación del fallo son mínimas.
Edwin Oviedo, presidente de la Federación, entregó una declaración jurada en la que resalta los valores, la trayectoria y la importancia de Guerrero como jugador de la selección peruana. “Allí se refleja el sentir de todo el país. Lo hicimos con la convicción de ver a Paolo en el Mundial”, indicó Oviedo. Los peruanos esperan recibir noticias esta semana.
Guerrero, delantero de Flamengo, dio positivo del metabolito benzoilecgonina en octubre de 2017, tras el partido Argentina-Perú por las eliminatorias. La FIFA lo sancionó con un año de suspensión y después le rebajó la pena a seis meses. Sin embargo, la Corte Arbitral del Deporte amplió en mayo de seis a 14 meses la suspensión, lo que implica que Guerrero sólo podrá volver a las canchas en enero y no estará por lo tanto en la cita mundialista.
Este castigo por “negligencia” fue ampliado a pedido de la Agencia Mundial Antidoping pese a la comprobación de que Guerrero no consumió drogas en forma deliberada ni sacó provecho deportivo de una sustancia prohibida.
Guerrero y Oviedo se reunieron hace unos días con Gianni Infantino. El presidente de la FIFA se solidarizó con el jugador pero dejó en claro que no cuenta con facultades para revertir la medida. Guerrero, de 34 años, es capitán, goleador histórico, líder y mayor ídolo de los últimos lustros en Perú, que regresa a un Mundial después de 36 años. (DPA)