Esto hizo Lionel Messi ayer:
- Arribó temprano desde Barcelona. El domingo había cerrado la temporada con el club, despidiendo a su gran amigo Andrés Iniesta. El lunes subió al avión.
- Desde el aeropuerto marchó al vecino predio de la AFA. Todo queda en Ezeiza. Llegó a las 10.30.
- Se calzó la ropa de la Selección y marchó hacia una de las canchas, charlando entre risas con Mascherano y con Biglia. Asistió a esa práctica matutina como un espectador de lujo.
- Se quedó en el predio con sus compañeros.
- A las 16, ya integrado al grupo, participó del segundo turno de entrenamiento. Jugó un rato al fútbol tenis y despachó una chilena infernal “en la cara” del Kun Agüero.
- Por supuesto, conversó con Jorge Sampoli y con sus colaboradores.
Así, plenamente activado, el capitán marcó el pulso de la jornada. En los videos que registraron pasajes de la práctica se lo notó risueño, contento, integrado. Esa actitud de Messi es clave porque arrastra al plantel hacia el más positivo de los polos.
Lo que se necesita ahora es aceitar el sistema de juego, con el objetivo de conseguir lo más anhelado -y a la vez más complejo-: que el equipo y Messi se mueven en la misma dirección y al mismo ritmo. Ayer la consigna del entrenamiento fue coordinar trabajos de presión en espacios reducidos. Es un aspecto central del juego veloz y vertical que pretende Sampaoli.
De la lista de 23 sólo faltan sumarse Armani, Meza -con partidos pendientes de Copa Libertadores-, Fazio, Acuña, Higuaín, Di María y Banega. A ellos se sumará Nahuel Guzmán, a partir de la lesión sufrida por “Chiquito” Romero (ver toda la información en la página 3).
Se vienen cuatro días de prácticas intensas, apuntadas sobre todo a la táctica. El domingo a las 10.30 tendrá lugar el entrenamiento a puertas abiertas, que en un principio estaba programado en el estadio de Vélez pero -al parecer- se mudará a la cancha de Huracán, debido a que el sábado juegan Los Jaguares en el “José Amalfitani” y temen por cómo quede el campo. Seguirá la despedida del público argentino en el partido amistoso contra Haití, el martes próximo en La Bombonera. De allí el grupo partirá rumbo a Europa para desarrollar la etapa decisiva de la puesta a punto.
La planificación está a la vista. Es cuestión de ajustarse a ella y de rezar para que no se produzcan nuevas sorpresas desagradables, como el “caso Romero”. Messi es el hombre a cuidar, pero a la vez el que guía. El faro de la Selección.