LA CRISIS DE LA ARGENTINA
Días pasados se generó malestar por la fuerte suba del dólar, de las tarifas, y las expectativas inflacionarias. Macri, al prometer bajar rápidamente la inflación, subestimó el problema, que es cultural y está arraigado en nuestra sociedad. Queremos un Estado paternalista que nos solucione la vida, y hacer el menor esfuerzo. Y así hemos logrado que 21 millones de argentinos cobren del Estado. La inflación, los controles de precios y la demagogia fueron la política de nuestros gobernantes a lo largo de la historia, y por eso nos va tan mal desde hace 70 años. Pero, ¿qué hicimos bien entre 1880 y 1920, en que el país creció mucho y se ubicó entre los primeros del mundo? En primer lugar, respetamos la Constitución de Alberdi de 1853, que limitaba el poder del Estado, garantizaba la libertad de comercio y los derechos de propiedad. Producíamos materias primas y las exportábamos. La libre inmigración se incorporó a la vida del país, y muchos se “hicieron la América” trabajando. Vinieron capitales a invertir en ferrocarriles, y tuvimos la red ferroviaria más grande del hemisferio. Se desarrollaron las industrias frigorífica, azucarera y textil, y aumentó la energía eléctrica instalando grandes usinas. Todo esto fue posible gracias a una dirigencia que pensaba en un país grande, y hombres como Sarmiento, Avellaneda y Roca. ¿Qué pasó después? A la caída de los términos del intercambio se sumó el mayor gasto público; el déficit que se financió con emisión monetaria; las desmesuras, la inflación y la llegada del populismo. Políticos que sólo piensan en el enriquecimiento personal, sindicalistas que se aprovechan de los trabajadores en beneficio propio y empresarios prebendarios que hacen lobby para conseguir ventajas. La Justicia también debe ajustarse y ser más eficiente. Para terminar con la inflación y el déficit, es imprescindible acabar con el populismo, consolidando la República, con justicia, libertad y cumplimiento de la ley.
José Manuel García González
PLAN CONECTAR IGUALDAD
Escribo esta carta para exponer sobre la preocupante situación que se vive en el Plan Conectar Igualdad en Tucumán, porque fueron cesanteados 70 administradores de red, a los cuales no se les informa nada desde el mes de febrero. El dinero para el pago está, pero el ministro responsable no toma la decisión de que volvamos a las escuelas. Si pudiera hacer pública esta problemática nos ayudaría a que tomen una decisión y podamos recuperar esos puestos de trabajo, con siete siete años desarrollando tareas.
Sergio Daniel Racedo
EL TANGO DE LA MUERTE
Cuenta Julio Nudler que en mayo de 1947 aparece el primer poema que el rumano Paul Celan publica con ese seudónimo. Su verdadero nombre era Paul Antschel, del cual el seudónimo es la inversión silábica. A ese poema titulado “Tango de la Muerte” lo escribió en 1944, después de haber integrado dos años los batallones de trabajadores forzados excluidos del exterminio en Czernovitz. Se inspiró en los judíos tocando melodías en el campo de concentración de Lublin, donde se tocaban tangos y fox-trots. Un teniente de las SS ordenaba a los violinistas judíos tocar un tango para acompañar las marchas, la excavación de tumbas y las ejecuciones. Antes de la liquidación de ese campo, las SS mataron a toda la orquesta. Ese tango estaba basado en el mayor éxito anterior a la guerra del argentino Eduardo Bianco, tocado por este ante Hitler y Goebbels en 1939, titulado “Plegaria”. Fue compuesto en 1929, en Europa, y dedicado “A su majestad el Rey Alfonso XIII”. Bianco, que partiera a Francia en 1923, dedicó en 1931 otro tango, “Evocación”, a “su Excelencia Benito Mussolini”. No conforme con ello, ocho años después honrará al Duce con el tango “Destino”. En 1937,los franceses lo detuvieron bajo la acusación de espiar para una potencia extranjera (Italia), y por actos de espionaje en Oriente Medio. Bianco parece haber llevado sus simpatías fascistas a la acción valiéndose, como fachada, de su actividad musical. Esas actividades criminales no le reportaron crítica condenatoria en nuestro país, ya que la Argentina estaba representada ante el Führer por Eduardo Labougle, un embajador que no disimulaba sus simpatías nazis. Bianco parece haber esperado el momento oportuno y el lugar adecuado para grabar “Plegaria”: Berlín, 1939. La versión más difundida de este tango es la del cantante mexicano Juan Arvizu. Paul Celan se suicidaría en 1970, arrojándose al Sena desde el puente de Mirabeau.
Luis Salvador Gallucci
LA PAZ DE LOS DOMINGOS
Llega el ansiado domingo, ese día en que la mayoría de los habitantes de San Miguel de Tucumán destinan al descanso, teniendo la posibilidad de dormir unas horas más. Pero, de repente, desde el cielo, llega una voz que nos “invita” a presenciar tal o cual espectáculo, generalmente de algún circo. El avión que emite este anuncio da vueltas y vueltas por todo el centro de la ciudad, despertando a los remolones que continúan bajo las sábanas. Lo único que se puede hacer es esperar que termine con su propaganda. Al cabo de un rato vuelve la paz, pero no por mucho tiempo. Ahora aparece otro, esta vez anunciando a una empresa de taxis, y sigue el ruido en un día en el que debería haber calma y silencio, ya que el tránsito es mínimo. Pregunto: ¿existe alguna reglamentación sobre este tipo de propaganda que no respeta nada ni a nadie? ¿Tenemos derecho a no escuchar algo que no nos interesa? ¿Podremos tener paz en el día de descanso?.
Juan Tomás Bustos
Docentes de este tiempo
Todavía sostenemos esa concepción de que el docente es el que debe mostrar el camino correcto y no construir un camino juntos. Seguramente también de niño creía lo mismo, porque así me formaron. Hoy los docentes en toda su expresión están marcados por muchos factores. Por un lado los sociales, que como dice el reconocido sociólogo E. Tenti Fanfani “hay demanda de escolarización, pero yo tengo dudas de que exista demanda de conocimiento. La mayoría de la población todavía asocia la escolarización, el pasar de grado, el sacar buena nota, a que el chico aprende”. Y en esa buena nota está el docente que marca si hubo error o no –no si hubo aprendizaje, que es algo más que una simple calificación. Esta es una de las tantas ideas de siglos anteriores y cuya vigencia todavía hoy sigue intacta. Hay que cambiar los pilares y eso también abarca al marco normativo. La ley 26.206 expresa una infinidad de cuestiones que todavía no se cumplen... “Hace 60 años que la Argentina no puede cambiar su Estatuto Docente”, dice Guillermina Tiramonti, experta en Educación, preocupada. Todavía hoy “no hemos podido cambiar determinados condicionantes estructurales; no podemos cambiar el marco de regulación del trabajo docente. No podemos cambiar el modelo de inserción docente de la Argentina, que con Uruguay somos los únicos que todavía tenemos profesores taxi”. Y sí... La educación es compleja, la sociedad es compleja. Quise arrancar mi escrito por un lado y terminó dando otro giro. Son muchas las barreras que hay que romper para cambiar esa mirada del alumno, esa mirada del docente, esa mirada de la escuela.
Simón Robles