Las transgresiones viales forman parte de la idiosincrasia de una buena parte de los conductores tucumanos de todo tipo de vehículos. Basta pararse 30 minutos en una esquina del microcentro en los horarios pico para constatar las infracciones que a menudo se cometen, así como la escasa o nula presencia de la autoridad que debería controlar y sancionar el incumplimiento de las normas.
En el afán de encontrar respuestas para combatir este mal hábito, la Municipalidad de San Miguel de Tucumán ha creado el proyecto “Vigía Ciudadano de Tránsito y Transporte”, a través del cual los vecinos pueden enviar por WhatsApp mediante dos líneas telefónicas evidencia fotográfica de algunas infracciones, tales como estacionar sobre paradas de ómnibus; en zonas prohibidas; en doble fila; sobre una ochava o una senda peatonal; obstruir una rampa de discapacitados o la entrada y salida de garajes; estacionar sobre la vereda; circular en moto sin casco y/o sin espejos retrovisores; ómnibus en mal estado y taxis en mal estado.
Las imágenes deben incluir obligatoriamente datos imprescindibles: calle, numeración y hora de la infracción; si se tratara de doble fila, se debe agregar calle y altura; si fuera un ómnibus, detallar línea, dominio y/o número de interno; si se tratara de un taxi, detallar dominio y/o número de licencia; y si fuera una obstrucción de parada de ómnibus, se deberá indicar la línea. Las fotografías deben tener nitidez.
El subsecretario municipal de Tránsito y Transporte se basó en una experiencia que puso en marcha hace unos años el Gobierno porteño y se apoyó en la ley provincial N° 6.203 (Código Procesal Penal), modificada en 2005 por la N° 7.635, que establece que toda persona que posea conocimiento de la existencia de un hecho que pueda constituir una violación de las normas vigentes pueda formular denuncia ante la autoridad competente, así como en la Ley de Tránsito y Seguridad Vial, en la que se expresa que “debe velarse por el cumplimiento de lo que, a los efectos del ordenamiento del tránsito rige y obliga la Ley 26.363/08.
En 2014 el Gobierno porteño, a través del Sistema Único de Atención Ciudadana, creó una aplicación para canalizar por allí las denuncias. En la actualidad se labran 64 multas diarias merced al aporte de los vecinos. La Pampa, Córdoba y Salta se sumaron luego a esta modalidad de control.
Con su acción el ciudadano hará un aporte al trabajo que realizan -o deberían hacer- el funcionario y el empleado municipal. Pero al mismo tiempo, se trata de una herramienta de gran responsabilidad que se le otorga al ciudadano, y su mal uso puede traer consecuencias indeseadas. El riesgo de caer en excesos es inevitable. Recordemos que el servicio de emergencias 911, de gran utilidad para la comunidad, es blanco constante de bromas o de insultos, pese a que en varias ocasiones el Gobierno ha anunciado que sancionaría a los inadaptados sociales.
En poco tiempo se verá si este servicio da los resultados esperados. De todas maneras, será un complemento. Nos parece que el mejor modo de combatir la transgresión es la educación. Si la cesión del carnet de manejo o su renovación son producto de un curso y de evaluaciones rigurosas y eliminatorias, y luego los controles son constantes y las sanciones onerosas, es posible que no haya que recurrir a estas experiencias.