“Hemos sufrido 70 años de decadencia económica; una crisis importantísima que todavía seguimos sufriendo (2000-2002) y luego 12 años de populismo autoritario. Enfrentar las consecuencias de estos tres elementos no es menor y yo creo que el Gobierno tiene que tomar conciencia de que lo que hizo hasta ahora, no sirvió”. La opinión, contundente y dolorosa, pertenece al consultor y analista político Sergio Berensztein, quien ayer fue entrevistado LA GACETA en el programa “Las 12 en 30”, oportunidad en la que analizó la situación del presidente en medio de la crisis por el dólar y las negociaciones con el FMI.
El experto explicó que la imagen positiva del presidente se encuentra por debajo del 40%. “La decadencia de la imagen del oficialismo se profundizó con esta crisis que ocurre desde hace tres semanas”, puntualizó. Al mismo tiempo detalló que ese porcentaje no es alarmante, pero dijo que sí significa una luz amarilla para el Gobierno nacional, ya que su gestión cada vez está peor valorada.
“La imagen de María Eugenia Vidal y de la diputada Elisa Carrió está por encima de la del presidente. El 75% de la ciudadanía considera que la decisión de pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional (FMI) fue inadecuado”, sentenció Berensztein.
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Con respecto a las elecciones del año próximo, Berensztein consideró que, para Cambiemos, la cuestión electoral quedó congelada por el momento. “El foco ahora está puesto en el cortísimo plazo y en el manejo de una crisis muy singular, porque es una crisis de confianza y credibilidad del gobierno. Esta situación se ha disparado por un contexto internacional desfavorable, pero a ningún país le pega como a la Argentina”, dijo.
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Sin embargo, aclaró Berensztein, hasta ahora ningún dirigente opositor ha logrado capitalizar el desgaste que está experimentando la administración de Mauricio Macri. “Hay una creciente disconformidad de la sociedad hacia toda la clase política. La imagen de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner no ha variado significativamente. Pero incluso ella, con bastante criterio, se ha encargado de no aparecer demasiado, porque en definitiva no tiene mucho para decir. Así que yo creo que no es un juego de suma cero entre lo que pierde Macri y lo que eventualmente pueda ganar Cristina. Es más bien todo lo contrario”, concluyó.