Un invento que podría cambiar la factura del gas

La idea comenzó a rondarle la cabeza como mosquito zumbador de verano. Aquella vez, en otoño del año pasado, mientras leía consejos sobre cómo ahorrar gas ante el aumento de las tarifas, vio un proyecto del Gobierno nacional que proponía reemplazar los termotanques y calefones por aparatos que no tuvieran piloto. Le pareció una locura que toda la gente tuviera que empezar a cambiar los artefactos. “Debe existir otra manera”, se planteaba una y otra vez Edgardo Karschti. Así nació el “Optimizador Inteligente y Universal de Gas”.

Se trata de un dispositivo económico que promete ayudarnos a ahorrar en las facturas de gas gracias a la eliminación del piloto permanente y el uso eficiente del recurso, según señala el inventor, que es ingeniero de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), regional Tucumán. Reconoce que aún resta mucho camino por recorrer: falta testear y mejorar el producto, y prepararlo para su producción a escala. Seguramente deberá también autorizarlo el Inti (Instituto Nacional de Tecnología Industrial), admite.

¿Piensa patentarlo?, le preguntamos. “No, ¿para qué?”, contesta con seguridad. “No me preocupa que lo copien; al contrario, ojalá se produzcan muchos de estos dispositivos y lleguen a toda la gente, y todos se puedan ver beneficiados”, agrega el profesional, de 39 años. Hace una pausa en la entrevista, llama a su hijo, Conrado, de cinco años, y le consulta: “¿qué queremos con este aparatito?” El pequeño de ojos vivaces se sonroja y habla bajito, pero con claridad: “queremos un mundo mejor”.

Detalles del producto

¿Qué es básicamente el optimizador inteligente y universal de gas?, le preguntamos a Karschti. Para eso fuimos hasta su casa, donde él lo armó durante varios meses, en un cuarto que tiene un tablón con una computadora y dos impresoras 3D. Usó su calefón y su cocina para hacer todas las pruebas.

El ingeniero, que divide sus horas como docente de la UTN y como jefe de laboratorio en la escuela Técnica Nº5, cuenta que hasta hace poco ni él sabía si creer en la idea que había asomado. “Cuando conocí el proyecto nacional que proponía que la población fuera poniendo en sus casas calefones y termotanques sin piloto automático, lo que supuestamente le ahorraría al Estado U$S1.200 millones al año, pensé: debe haber otra forma de controlar el piloto permanente sin tener que cambiar los artefactos que ya tenemos en casa para calentar el agua”, explica.

Cada vez que hacía un comentario sobre el tema, los profesionales amigos le decían que estaba loco. “Igual, me lancé a investigar sobre sensores de gas, que era fundamental para el proyecto”, relata. Pasaba horas encerrado en su laboratorio casero, la mayoría de los días desde las 6.30 hasta las 17, detalla mientras muestra una caja repleta de materiales y residuos que quedaron de tantas pruebas y errores. “El gas tiene muchas normas de seguridad… no puede haber ni una pequeña pérdida o filtración. Lo intenté más de 100 veces. Y otras mil veces pensé en abandonar todo”, confiesa.

También debió aplicar conocimientos de electrónica, impresión 3D, programación y aprender sobre aplicaciones de celulares, detalla mientras lo acompañamos al lavadero de su casa para ver la “obra”.

El dispositivo consta de dos módulos (cada uno no mide más de 15 centímetros) y se acopla a cualquier artefacto de gas (calefón, termotanque, calefactor y cocina), sea nuevo o de hace 30 años, y sin modificar nada ni quitando el control tradicional de botonera.

“Por un lado, está el módulo de acople, que se encarga de alimentar y regular el gas que ingresa al artefacto. El otro es el módulo de sistema de control, que es el cerebro del dispositivo. Este es el encargado de monitorear y comandar en su totalidad al artefacto conectado. Cuenta con una pantalla LCD para brindar información; y conectividad Bluetooth y wi-fi para enviar información en tiempo real del proceso o para recibir instrucciones desde el celular, tablet o PC. Desde estos dispositivos se puede encender el calefón, apagarlo, regular la temperatura, etcétera”, detalla.

Según especifica, el optimizador cuenta con múltiples sensores de temperatura localizados estratégicamente en cada artefacto que se use, válvula magnética de seguridad y detector instantáneo de llama por ionización, sensor de monóxido de carbono y de gas que detecta cualquier fuga. “Mirá lo que pasa; abro el gas del encededor cerca del calefón y se apaga inmediatamente”, demuestra.

Añade que la instalación del dispositivo es sencilla y no anula el control tradicional del artefacto. También aclara que hizo todas las pruebas de seguridad necesarias. “El Módulo de Sistema de Control está programado para conectarse en cualquier artefacto y detectarlo automáticamente. El control externo se realiza mediante una aplicación de celular o computadora desde cualquier lugar con acceso a internet”, cuenta, mientras lo pone a prueba. Y sí, efectivamente desde la pantalla del teléfono pudimos encender el calefón, subir o bajar la temperatura, recibir información sobre los grados del agua que estaba saliendo en el baño y apagarlo.

Poder establecer una temperatura específica de salida del agua (según Karschti 39 grados es lo ideal) nos ahorra tener que estar abriendo el agua fría. “Con eso evitás un derroche de energía y de agua, además de cuidar tu bolsillo”, señala este ingeniero, que hace dos años se hizo famoso por fabricarle gratuitamente con una impresora 3D dos prótesis a un niño que tenía las piernas amputadas.

Karschti afirma que no le interesa ganar dinero con su invento. Para él, inquieto por naturaleza e inventor autodidacta, es otro sueño cumplido. “Y me faltan un montón. A mí me gustaría difundir lo que siempre les digo a mis alumnos: que es bueno tener ideas, aunque estas no te dejen dormir, aunque la gente te diga que no sirven… Si vos creés, vas a poder. Hoy internet te enseña de todo. Falta incentivar a los chicos, exprimir su creatividad. Y así seguro tendremos un mundo mejor”.

Lo que se pierde por el piloto prendido

En momentos en que las tarifas están en el centro de la polémica por los aumentos (desde el 1 de abril se incrementó un 40% el gas), cuestiones como la eliminación del piloto permanente y el uso eficiente son fundamentales, sostiene el ingeniero Edgardo Karschi. 

Se calcula que el piloto de encendido de un calefón tiene un consumo promedio de 200 kilocalorías por hora, el 12% o más de lo que llega en la factura del servicio. Esto representa un consumo de 2.900 millones de metros cúbicos de gas por día en todo el país. Si todos los equipos de calentamiento de agua tuvieran sistemas inteligentes de piloto el ahorro podrían de más de ser US$ 1.200 millones, según estimaciones del Instituto Argentino de Petróleo y Gas.