Los investigadores se sorprendieron tanto en Aguilares como en la capital. En ambos casos, efectivos de la Policía realizaron allanamientos para buscar pruebas y a los autores que podrían haber cometido ilícitos, pero terminaron descubriendo que en esos lugares se vendía drogas.
El jueves por la tarde, una joven fue víctima de un robo en la ciudad de Concepción. Según el parte policial dos “motochorros” sorprendieron a una chica de 25 de años en medio de la calle y, después de amenazarla con un cuchillo de carnicero, le quitaron el celular que llevaba.
La víctima llamó a la Policía para denunciar el caso y brindar detalles físicos de los asaltantes. Al poco tiempo, personal que estaba en un patrullero observó a los sospechosos y los detuvo. Los acusados, que fueron identificados como un tal “Kelo” y un tal “Chuky”, ambos domiciliados en Aguilares. Ante la sospecha que los aprehendido podrían haber estado implicado en otros hechos de similares características, los investigadores solicitaron a la Justicia autorización para realizar allanamientos en las viviendas de los arrestados, planteo que fue aceptado.
Una comisión al mando del subcomisario Sergio González, supervisadas por el comisario Félix Concha, jefe de la Unidad Regional Sur, se trasladaron hasta esa ciudad y, en la casa de un tal “Boga”, secuestraron un cuarto de pan de marihuana, 43 tizas de cocaína, blisters con pastillas y unos $87.000 en efectivo. La Justicia Federal ordenó la detención de un tal “Boga” y de su pareja.
Investigación
Por otra parte, por orden del fiscal Washigton Navarro Dávila, personal de la división Sustracción de Automotores, al mando de los comisarios Miguel Frías y Daniel Cuellar, realizaron 18 allanamientos en distintos puntos de la ciudad.
En una casa ubicada en el barrio Aguas Corrientes, los pesquisas encontraron un quiosco de droga. Allí secuestraron más de 700 dosis de cocaína, más de 200 gramos de marihuana y más de $75.000 en efectivo. También incautaron un revólver, tres tumberas y una importante cantidad de motopartes.
Por el hecho, fue detenida una mujer de 55 años (ya había recibido dos condenas por comercialización), su pareja (no tiene antecedentes) y su hijo, que también es reincidente.