Los tiempos cambian, el fútbol también. Se actualiza y moderniza. Se adapta a las transformaciones que la sociedad impone y genera ganancias que en algunos casos asombran. Si bien el fútbol argentino está aún lejos del dinero que se maneja en países europeos, por ejemplo, el reparto de recursos desde la creación de la Superliga permite a los clubes que participan en la máxima categoría disfrutar de un oxígeno financiero que hace algunos años no tenían. Además, ahora las plazas disponibles para las competencias internacionales se multiplicaron y de esa forma también crecen los ingresos.
Con Atlético consolidado desde hace varias temporadas, el fútbol tucumano logró crecer como no había sucedido antes y si San Martín consigue ascender, la provincia se potenciará a niveles nunca antes imaginados.
Los hinchas viven en un mundo diferente. A ellos sólo les importa el club de sus amores. Los “Decanos”, por ejemplo, disfrutan los éxitos del conjunto que conduce Ricardo Zielinski tanto en el torneo local como en las competencias internacionales. La mayoría anhela que este presente se extienda por mucho tiempo. Pero para que la felicidad sea completa, quieren seguir viendo al rival de todos los tiempos jugando en la B Nacional. Pero si la consulta se abre a otros estamentos, allí se nota claramente la importancia que puede tener para la provincia un clásico en la máxima categoría del fútbol argentino.
El presidente de Atlético, Mario Leito, reconoció que desde su función dirigencial observa con buenos ojos la llegada de San Martín a la Superliga. Sabe que la competencia es buena y que juntos pueden crecer cada día más.
No sólo los clubes van a mejorar. Todo lo que rodea a la organización de un partido de fútbol se potencia. Hasta los vendedores ambulantes mejoran sus ingresos. La provincia se proyecta a nivel nacional e internacional y abre sus puertas al turismo. Los jugadores se revalorizan y se puede apostar al crecimiento de las inferiores. Todo va de la mano.
¿Está preparado San Martín para encarar el gran desafío? Desde lo institucional el club logró consolidarse. Está saneado desde lo económico y con una dirigencia unida que sólo piensa en el bienestar colectivo por encima de los intereses personales. El plantel tiene todo lo que necesita. Ahora todo depende del equipo. Los futbolistas deben trasladar ese esfuerzo al campo de juego y demostrar que están a la altura de la historia del club.
Este es el momento para dar el gran salto. Quedó demostrado que mantenerse en la Superliga sigue siendo difícil para los equipos que ascienden pero ahora resulta más accesible ganarle la pulseada al promedio. Varios clubes del interior se consolidaron en la máxima categoría y se transformaron en principales protagonistas de la competencia. Godoy Cruz, que peleó el título hasta el final con Boca, y Atlético, con sus éxitos internacionales, son claros ejemplos. Si se trabaja con seriedad y se apuesta a un proyecto a largo plazo, los resultados positivos llegan tarde o temprano.
El clásico tucumano es el único que falta en la Superliga. Boca-River, Independiente-Racing, San Lorenzo-Huracán, Estudiantes-Gimnasia La Plata, Colón-Unión, Belgrano-Talleres y Godoy Cruz-San Martín de San Juan ya forman parte de la cartelera oficial. Con Atlético-San Martín se completaría el combo de grandes duelos. Tucumán se merece un clásico de Primera y el país espera que eso se haga realidad a corto plazo.