Marcos Novaro no tiene dudas de que la situación del país es delicada. Y que, por esa razón, el Gobierno considera la posibilidad de volver a la asistencia del Fondo Monetario Internacional (FMI). Según el sociólogo y doctor en Filosofía, la gestión del presidente Mauricio Macri debía dar una señal más drástica que la del viernes (suba de tasas y nueva meta del déficit primario) para no mostrarle al mercado que era más de lo mismo. “La experiencia de la crisis es aleccionadora y esta decisión de volver al Fondo tal vez deja fuera de foco la discusión de la oposición sobre las tarifas y los límites del endeudamiento”, dice el analista en una charla telefónica con LA GACETA.
A su criterio, una negociación rápida con el organismo internacional podría significar una señal de que el Gobierno recupera el control de la situación, para que no haya nuevas corridas cambiarias ni tensiones económicas. “Que lleguen esos fondos aceleradamente sería el mejor de los escenarios para la actual gestión, aunque lo más probable es que el clima de convulsión se extienda”, indica.
Novaro considera que, para el observador externo, las rencillas internas entre el Ejecutivo y la oposición parlamentaria no constituyen buenas señales acerca del rumbo del país. “La oposición está lanzada a expresar el malhumor (por caso, debido a la suba de las tarifas), aunque los gobernadores pueden llegar a tomar distancia de esta postura”, agrega. Por esa razón, expresa, la mayoría de los mandatarios provinciales se han mostrado con prudencia.
Novaro, finalmente, indica que es muy difícil un pacto intersectorial. “Un gran acuerdo político nacional, entre el Gobierno y la oposición, no es viable”, afirma. Y acota: “hay que ser realistas: estos acuerdos no funcionan siquiera cuando se pagan menos costos (políticos)”. “Si el FMI exige más ajuste fiscal, ¿cómo hará la Nación para trasladarlo a las provincias y que éstas lo acepten?”, se preguntó.