El partido de esta tarde, ante Villa Dálmine, resulta fundamental en los planes de San Martín para obtener el segundo ascenso a la Superliga. Pero, además, el cruce ante el “Violeta” -arranca a las 18, con el control del árbitro Pablo Echavarría- servirá para saber en qué medida afectó en lo anímico al plantel “santo” la derrota frente a Brown de Adrogué, en la última fecha de la B Nacional.
Ese es el gran interrogante que tienen los hinchas, que hoy nuevamente colmarán el estadio de La Ciudadela para observar el partido de los cuartos de final y alentar al equipo anfitrión.
Aunque todos reconocen que un triunfo puede funcionar como un tremendo espaldarazo para lo que resta del Reducido, el reglamento del certamen especifica que los dirigidos por Rubén Darío Forestello cuentan con ventaja deportiva, debido a que finalizaron en una mejor ubicación en la tabla. Esto significa que si ganan o empatan asegurarán el pasaje a semifinales.
Villa Dálmine llega a una instancia decisivo, donde está en juego el ascenso, después de 42 años. Los bonaerenses nunca jugaron en la máxima categoría del fútbol argentino, por lo que hoy saldrán a quemar las naves en La Ciudadela.