Canguros que se han hecho adictos a las zanahorias y otros alimentos poco habituales en su dieta están atacando a turistas en el este de Australia, informaron medios locales.
Los incidentes se están produciendo sobre todo en las inmediaciones del Morisset Psychiatric Hospital, un lugar situado a un par de horas al norte de Sydney en el que pueden verse canguros pastando.
Muchos turistas están ignorando las señales que advierten en contra de alimentar a los marsupiales, algo ilegal en Australia. Como consecuencia, a estos animales les gusta cada vez más esa comida que les dan, que incluye frutas, vegetales e incluso comida basura.
"Si ven una zanahoria y han sido alimentados con una zanahoria cien veces antes, se acercarán y agarrarán esa zanahoria", afirmó el cuidador de animales Andrew Daly, del Parque de Reptiles Australiano de Sydney.
"Al hacerlo pueden ser bastante agresivos. Pueden patear, arañar con sus patas delanteras y hacer bastante daño, sobre todo cuando intentan conseguir los alimentos que realmente les gustan o a los que pueden ser adictos", dijo al canal ABC. Para un canguro una zanahoria es alta en azúcar, así que es "como tener una barra de chocolate", añadió.
Según Shane Lewis, que conduce un colectivo de turistas del hospital a la estación, asegura que es habitual que los visitantes sean pateados y arañados. "He visto a gente estúpida alimentándolos (a los canguros) con McDonalds, KFC, chips de maíz, avena y hay comida por la que se vuelven muy agresivos", contó a ABC. El canal de televisión mostró imágenes de turistas con cortes en la cara, los brazos o el torso.
El político Greg Piper llevó el asunto al Parlamento regional de Nueva Gales de Sur y advirtió a los turistas que no deben abrazar a los canguros salvajes. "Hay un alto riesgo de que alguien resulte gravemente herido", dijo a la radio 2 GB.
En un video publicado en su página de Facebook, Piper muestra fotos de personas heridas por ataques de canguros. Los canguros se convirtieron en "un fenómeno turístico... especialmente para los mochileros", afirma. "Pero son animales salvajes, con garras largas y afiladas y hieren a la gente de vez en cuando", añade.