Siguiendo la tendencia que involucra mantener el orden, existen consejos útiles para aplicar en diferentes ambientes. En particular la cocina, requiere de organización para trabajar cómodamente y agilizar la elaboración de comidas.
La cocina debería tener como premisa el condimento del orden. Los sartenes, platos, entre otros utensilios tienen mucho movimiento y en cada comida pierden sus lugares. Además, tener los objetos en su lugar permite encontrar lo necesario, ganando tiempo en la elaboración de preparaciones.
Si hablamos de orden no podemos dejar de mencionar la especialista en la materia: Marie Kondo, autora del best seller “La magia del orden”. Con su filosofía y sus consejos inspiró a muchos a desprenderse de los objetos innecesarios y conservar lo indispensable. Por eso, hay que almacenar de forma inteligente encontrando armonía en el orden y practicidad sin olvidar lo decorativo. ¡Es hora de tomar la sartén por el mango!
Para comenzar, es importante considerar lo que se tiene y sincerarse con las cosas que ya no se usan. Aquellos elementos que sean seleccionados como útiles, hay que agruparlos y ubicarlos en lugares visibles. Es aquí donde la utilización de mobiliario con estantería, es excelentes para tener todo al alcance de la vista. Por su parte, para las cosas que queremos conservar pero no desechar, resultan prácticos los contenedores herméticos. Guardan protegiendo los artefactos y como vienen en diferentes colores pueden combinar con el estilo del ambiente.
Por su parte, las cajoneras son útiles para depositar desde alimentos no perecederos hasta manteles, repasadores o delantales. ¿Un truco? Si se divide el interior con cestas, separadores y otros accesorios se podrá distribuir el espacio según el volumen de lo que se guarde. Además, para saber qué hay en cada cajón se puede rotular con la clasificación correspondiente.
La alacena suele tener elementos indispensables que ocupan espacio como harinas, azúcares, café, arroz, pasta o cereales. Es común guárdalos con los paquetes del supermercados, pero estos se amontonan y quedan desprolijos. Una alternativa es ubicarlos en tarros o frascos y así designar su espacio. Existen etiquetas muy decorativas que se pueden utilizar.
Por último, lo que más ocupa lugar son las ollas. Hay que ver cuáles están bien para usar y cuáles hay que reemplazar; sea porque tienen un mango roto o porque están quemadas. Para ahorrar espacio se pueden apilar, pero separándolas con paños para que no se golpeen. Otra opción es colgarlas, será muy atractivo y práctico. También se pueden guardar en la alacena; si se ubican boca abajo se puede aprovechar el espacio que dejan para cubrir otros objetos.
La cocina es el lugar que más tránsito recibe, por eso si todo está en su sitio el orden reina. También es importante que la decoración sea armoniosa, porque se deben almacenar muchos elementos indispensables. Siempre se puede encontrar soluciones propias para reacomodar, solo se trata de implementar la creatividad.