Hartos de toparse con suciedad y desperdicios de toda clase, mientras hacen actividades deportivas en el cerro San Javier, los usuarios de la montaña decidieron esta vez hacer algo distinto. Ayer, bajo un sol impiadoso, unas 120 personas, entre ellas muchos jóvenes y familias con chicos, limpiaron el cerro y llenaron de basura 250 bolsas plásticas, de las grandes, que luego fueron trasladadas en camión hasta la planta de tratamiento de Tafí Viejo. La convocatoria fue la campaña “Yo me sumo. Limpio mi lugar. Cuido Tucumán”, que lanzó el Ente Tucumán Turismo y que lleva a cabo desde el año pasado en distintos lugares de la provincia.
“La iniciativa de Sebastián Giobellina comenzó con actividades de concientización en lugares turísticos. Así se realizaron intervenciones en San Javier, El Mollar, El Cadillal, Río Los Sosa, San Pedro de Colalao y en municipalidades del interior, como Concepción, Aguilares, Simoca y Famaillá. Siempre con el objetivo de dejar como mensaje que queremos un Tucumán más limpio”, explica Máximo Lozano Muñoz, coordinador de proyectos especiales.
“Si bien hacernos cargo de la limpieza no es nuestra tarea, queremos que Tucumán recupere su título de Jardín de la República. Por eso es que con el apoyo de la gente, de las comunas y de otras instituciones con las que coordinamos, organizamos estas actividades que tienen como fin concientizar a la población. Esta vez participaron las escuelas de trekking, de senderistas, mountain bike y otros. La movida se llama plogging, una palabra sueca, que significa correr y a la vez recoger residuos en la trayectoria. Esta idea la replicamos en Tucumán”, cuenta.
La actividad se realizó desde las 9. Un grupo salió desde la rotonda del pie del cerro y otro desde el Cristo Bendicente. El punto de encuentro fue el parador de la Virgen. El Ente de Turismo proveyó de guantes, bolsas de residuos, barras de cereales y agua a los participantes. Las bolsas que se dejaban a la vera de la ruta eran recogidas por personal de la comuna de San Javier. Muchos usaron arneses y sogas para limpiar la ladera del cerro que era la parte más sucia.