Mucha agua corrió bajo el puente en Cardenales desde aquel piletazo de campeón tras la final del Torneo del Interior 2015 hasta hoy. Los soldados de la exitosa “vieja guardia” fueron colgando los botines gradualmente, dando paso a un período de transición necesario, pero previsiblemente escaso en resultados. Sin embargo, por muy esperable que fuera, al orgullo del club de Barrio Sarmiento le costó digerir la temporada 2017, en la que su olvidable campaña en el nuevo Nacional de Clubes B fue sólo la antesala del trago amargo que viviría en el Regional, donde en apenas siete fechas se quedó al margen de la lucha por el título.
Por eso, por el contraste, es que tiene tanta importancia para Cardenales haber llegado a la final del también novedoso Torneo del Interior C.
“Los últimos tres años fueron duros, con muchos recambios. Hoy nos estamos normalizando. Hay mucha sangre nueva, trabajando para dejar atrás lo que pasó el año pasado y poner a Cardenales donde tiene que estar”, aseguró el pilar Carlos Barros Sosa.
“Hubo un recambio importante, pero sólo necesitábamos tiempo para conocernos, porque los chicos que se sumaron al plantel superior son muy buenos, con buena mentalidad. Todos los clubes pasamos por esto en algún momento”, opina Adrián Ghazarian. “Existe una unión muy fuerte, y en eso tienen mucho que ver los entrenadores y preparadores físicos. Estamos tratando de volver al juego de las raíces, siendo fuertes en el scrum. Ganemos o no la final, ya habla del buen trabajo que se viene haciendo. Nos va a ir muy bien este año”, se arriesgó el centro “purpurado”.
Tras ganarle a San Juan RC con un final repleto de suspenso, “Nales” ya analiza los detalles de Mendoza RC, su rival en la final. La buena noticia es que el sorteo dictaminó que se jugará en Barrio Sarmiento, donde Cardenales ganó esa última final.
“Es difícil no recordar lo del año pasado, pero creo que lo importante es sacar lo bueno de cada experiencia, aprender de ella. El grupo arrancó con la cabeza muy fuerte este año”, elogió el entrenador Diego Vidal.