Cartas de lectores
09 Abril 2018

DESIGUALDADES

A quienes piensan y creen que los CEO (Oficial Ejecutivo en Jefe, por su traducción al español) gobernantes cometen errores: “el poco humano, poco sensible” (como lo describe la madre de un tripulante del sumarino ARA San Juan, 8/2), el inconmovible CEO principal contesta: “¡no señores!, ¡no! ¡Todos mis movimientos están fríamente calculados!. Está en lo cierto, señor Presidente, sólo que lo sospeché desde un principio, a mí nada me sorprende. Antes, mucho antes de ser electo, “Mau” (por Mauricio Macri) decía: “El salario es un costo”. Los que soñaron un país mejor para ellos y sus vecinos y que lo votaron, hoy hacen sufrir la pesadilla de una desigual e irritante inflación y un escandaloso endeudamiento, un “¡ojo con pensar distinto!” y, entre muchas contras más para el pueblo, un indignante palabrerío que duele al intelecto. El bien común no es debilidad en los CEO gobernantes. Las noticias así lo indican. Por medios informativos, nos enteramos que la famosa Isla de Gilligan se llama Andorra. Que el titular de la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos), Leandro Cuccioli, señor que debe controlar la evasión fiscal, la fuga de capitales, etcétera, posee patrimonios offshore; que el hoy ministro de Energía (Juan José Aranguren) manifiesta no confiar en la economía argentina y esconde sus dinerillos en el exterior. ¡Patético! Plutócratas que llegaron al Gobierno Nacional agarrados a la política, estigmatizándola y todavía la menosprecian. Emulando a Luis XIV gritan: “El Estado somos nosotros”, Y así nos va. Apañados por poderosos señores que no tributan retenciones, que compran barato y venden caro, que producen alimentos de segunda, tercera y cuarta a precio de primera, que encarecen medicamentos a precios desesperantes, todo aplicando el código de ética privada. ¿Son buenas noticias salarios a la baja, tarifazos impagables, cierres de escuelas? Dijo Víctor Hugo: “Abrir escuelas para cerrar prisiones”. ¿Quiéren terminar con la inseguridad? Acaben con la desigualdad.

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Hugo Vallejo

Manuel Estrada 3.850

San Miguel de Tucumán


EDUCAR AL SOBERANO

Agua que no has de beber... cierra la canilla y la boca y cambiemos ya el versito de echarle la culpa sólo a la SAT (Sociedad Aguas del Tucumán). Los vecinos de calle Muñecas le exigen al municipio que tome cartas en el asunto para evitar el deterioro de las calles, pero ¿quién ve y controla las constantes pérdidas de agua en la vía pública, los lavaderos y las conexiones clandestinas y el gasto de agua potable cuando lavamos los pisos y regamos las plantas usando bombas eléctricas? LA GACETA advirtió en un editorial que debemos educar al soberano y diseñar una política integral para proteger este recurso, y de una vez por todas realizar las obras indispensables para su obtención y distribución. Las palabras y explicaciones vanas no evitarán la extinción de este don tan preciado para la vida. Pueblo y Gobierno: hagámosnos cargo.

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Francisco Amable Díaz

Pedro G. Sal 1.180 - Barrio 20 de Junio

San Miguel de Tucumán


BUITRES Y “CHE-MANGOS”

Considerando que tenemos una estructura tributaria similar a la que imperaba en el tiempo previo a la Carta Magna de 1512, y que ello supuestamente se debe haber pagado una monstruosa e injusta deuda a los famosos señores buitres, pregunto: ¿pagamos porque los buitres estaban por embargar al país, o pagamos porque estaban por embargar las cuentas en dólares de los “che-mangos” argentinos? El ministro (de Energía) Juan José Aranguren ha sido el único en sincerarse diciendo que no trae su dinero de vuelta hasta que pueda tenerle confianza al país. No lo critico. Quien suscribe tampoco tiene confianza en el presente rumbo. Pero ¿no creen estos señores del famoso “equipo”, que sería apropiado hacerse a un lado y dejar que otros más capaces puedan ejercer las mismas funciones haciendo algo más que estrujar al ciudadano?.

Leonardo Peusner

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LA POBREZA ESTRUCTURAL

Es posible diferenciar entre pobres estructurales (históricos) que no logran satisfacer las necesidades básicas y los pobres pauporizados, que pueden satisfacer las necesidades básicas cada vez con más dificultad, en nuestro país los pobres estructurales continúan viviendo en asentamientos marginales. Un relevamiento se hizo en el año 2013, que radiografió 11 distritos del país en busca de mensurar la Argentina que vive en villas de emergencia. Y según han concluido, son tres millones de personas hacinadas en 2.432 asentamientos. La problemática es más estridente en territorio bonaerense, donde contaron 397.705 familias. A razón de un promedio de 4,6 personas por cada una, eso representa 1,83 millón de habitantes. En segundo lugar se encuentra la Ciudad de Buenos Aires, con 82.585 familias viviendo en villas miseria. Y luego Rosario y su aglomerado departamental y de San Lorenzo: 49.475 familias en 174 asentamientos relevados, una población aproximada de 227.585 personas. Definiendo la “pobreza estructural”, se refiere a la base fundamental que representa una sociedad y esta es la familia. Según las estadísticas, las familias no presentan un buen patrón económico, por tal motivo la pobreza alcansa un alto margen. Tras renunciar al Indec (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos), Cynthia Pok, encargada de medir la pobreza y desocupación, encargada de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), decidió renunciar porque denunció presiones para “dibujar” el número de pobres, explicó que resulta inaceptable que irrumpan “objeciones tecnicas” cuando los datos no son como los responsables politicos desearían. Ese es el día en que se rompen los datos del Indec, el gobierno de Macri no puede mostrar esos números. Según el Instituto de Investigaciones Gino Germani, el organismo más prestigioso de Latinoamérica, no registraba en 2015 niveles bajos de pobreza. Hoy hay un 50% más de pobres que en el año 2015. La pobreza absoluta priva a sus víctimas del mínimo imprescindible para vivir, obligándoles a llevar una existencia denigrante por las enfermedades, el analfabetismo, la malnutrición y la miseria. Una existencia tan limitada, que erosiona la realización potencial de los recursos genéticos con que nacen los seres humanos, tan degradante, que constituye un insulto a la dignidad del hombre. Sin dudas, en nuestra sociedad globalizada la pobreza convive con la opulencia.

Julio Argentino Gómez

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INUNDACIONES EN EL SUR

Leyendo la columna de opinión “Enredados e inundados”, publicada por LA GACETA el día 23/12, por demás clara y precisa llega siempre a la misma conclusión y pregunta: ¿quién miente? El oficialismo o la oposición, idas y vueltas, cada uno con sus representantes en programas televisivos solo culpándose, tanto José Ricardo Azcárate (Plan Belgrano - Gobierno Nacional) como Sisto Terán (titular de la Unidad Ejecutora Provincial - Gobierno de Tucumán) usando municiones verbales uno contra otro, totalmente irrelevantes e infructuosas que nada aportan, y de esta forma el tiempo pasó y el único siempre perjudicado es el “pueblo”, quien paga las consecuencias de la furia de la naturaleza; los políticos en sus casas, en sus despachos, en avión, el vecino con agua hasta el cuello. Los ambientalistas de Conciencia Ambiental Tucumán estuvimos en el lugar, acompañados por periodistas, hicimos notas a los vecinos y visitamos los ríos Gastona y Marapa y la realidad es que nada se hizo, esto es una “crónica de una muerte anunciada”. Es totalmente real lo que puede suceder en la zona: toda la gente en el sur sabe que se volverán a inundar, hasta las organizaciones religiosas ya están trabajando con esta mentalidad, no es irresponsable decirlo, irresponsable es no haber hecho nada. Entonces hicimos otra diligencia, nos reunimos con vecinos de La Madrid, La Invernada y otras zonas del sur y fuimos con nota en mano a verlo al obispo José María Rossi (prelado de Concepción), quien nos atendió deferentemente, se mostró muy preocupado y prometió hacer los enlaces con quien corresponda para ver si así se hace algo. En nuestra visita estuvieron todos los medios de comunicación. En cuanto a la política, veo comentarios que dicen que los vecinos se inundaron porque no lo votaron a Mauricio Macri o a José Cano, que sigan votando por Juan Manzur u Osvaldo Jaldo. Ante tantos comentarios, a los ambientalistas nos resta decir que la fuerza y furia descomunal de la naturaleza no pide ficha de afiliación, no distingue colores políticos, solo cobra el daño que los hombres provocan. Al final todo será lo mismo, el pueblo completo de Tucumán siempre solidario y los que deben resolver, dando vueltas y vueltas, pensando en vaya a saber qué.

Pedro Martínez

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