Son tan conocidos en Lules que ninguno de los vecinos pudo recordar hace cuánto tiempo se instalaron en Villa del Carmen. Llegaron hace décadas desde Taiwán y siempre fueron productores que trabajaban de sol a sol y que, a la vez, daban trabajo a sus vecinos. Ayer, la tragedia se presentó de la peor manera. En un intento de asalto, una mujer murió al recibir un disparo en la cabeza.
Eran las 3 de la mañana. No había nadie en la calle Las Moreras sin número. Tres hombres ingresaron a la finca de Liu Hon Gyen, de 71 años. Lo hicieron por las plantaciones del tubérculo que cultivaban y que comercializaban en Buenos Aires para las industrias farmacéuticas. Por la fuerza, los agresores intentaron ingresar por la puerta trasera, pero no se imaginaron que desde el interior les responderían con balazos.
Gyen, en su desesperación por ahuyentar a los asaltantes, comenzó a disparar su pistola 9 milímetros. Los atacantes respondieron el fuego y se produjo un intenso tiroteo. A los segundos, la esposa del dueño de casa, Lio Shuchu (72), que estaba a su lado, cayó mortalmente herida al recibir un disparo en la nuca.
En un primer momento se pensó que la mujer se había interpuesto en la línea de fuego de su esposo. Sin embargo, después de conocerse el informe del médico forense, se confirmó que la bala que acabó con la vida de la mujer no había salido del arma que manipuló su esposo.
“Se escucharon gritos y tiros. No nos atrevimos a salir porque estábamos aterrorizados. Cuando lo hicimos vimos a Liu gritando y abrazando el cuerpo de su esposa”, aseguró el vecino Ramón Ramírez.
A las pocas horas de haberse producido el hecho, ingresó en el hospital Padilla un hombre que había recibido un balazo en la mano. En la guardia, denunció que lo habían herido para robarle la moto en la que se desplazaba por El Manantial, la localidad donde reside.
El personal de la División Homicidios, al mando de los comisarios Jorge Dib y Diego Bernachi, no creyó en su versión. La fiscala Adriana Giannoni ordenó su aprehensión luego de que le confirmaran que el dermotest le había dado positivo y que tenía antecedentes por robo. Hoy será presentado a declarar.
“Esto es tierra de nadie. No se puede vivir. Nos viven atacando . Los productores estamos a la buena de Dios porque nadie nos cuida en esta ciudad”, denunció Marcos Fernández, otro habitante de la zona.
Hugo Jiménez es productor, también manifiesta tener miedo y asegura que se defenderá a tiros si lo atacan. “Uno durante meses se mata trabajando para vender lo que cultiva. Vienen unos pícaros que se enteran que uno hace una venta y te quieren quitar todo. Son personas de acá, que se asocian con gente de Villa 9 de Julio y del barrio Manantial Sur para atacarnos”, sostuvo.
“El mayor problema que tenemos es que no hay policías suficientes para cuidar a los finqueros. Los ‘canas’ andan en el centro, pero no en los lugares donde viven los productores. Estamos cansados de que nos roben. Algún día tiene que parar todo esto porque puede ocurrir otra tragedia, como la que le acaba de pasar a esta familia”, alertó Mario Heredia.
El lamento de los vecinos: “esa mujer no tenía maldad”
En Villa del Carmen era conocida como “Susu”. “Era una persona muy amable y querida por todos. Esa mujer no tenía maldad”, explicó Juana García. “Ellos trabajan con una especie que le decían ‘papa presidenta’ y la vendía a gente de Buenos Aires. Estaban en su quinta todo el día trabajando”, agregó. La vecina puntualizó que el matrimonio no tenía parientes en la provincia. “Sus dos hijos se volvieron a Taiwán. No sabemos nada de ellos, ni siquiera si les avisaron lo que ocurrió. Esto es una tragedia originada porque nadie nos cuida”, agregó.
Ramona, otra vecina, manifestó que el matrimonio era muy conocido en Lules por otra razón: “cuanto menos una vez al año llegaba un conocido de ellos que era acupunturista y atendía gratis a todos los que se arrimaban a pedir ayuda. Había filas de hasta 20 personas”.
Quejas por el daño que sufrió la propiedad
“A este portón no lo tiraron los asaltantes, sino los policías para poder ingresar a la vivienda. Podrían haber saltado la tapia”, indicó Ester García. “Llegaron rápido, pero al vicio. Los vigías municipales también llegaron más tarde. El único que vio algo es un hombre que observó a tres personas que corrían como locos por la calle”, agregó la mujer. Pese a que hasta el cierre de esta edición no hubo una confirmación, los vecinos del matrimonio taiwanés organizaban una marcha para reclamar mayor presencia de las fuerzas de seguridad en el lugar. Los funcionarios policiales de la zona no atendieron las llamadas de LA GACETA, a propósito de las denuncias que hicieron los habitantes del barrio Villa del Carmen.