GABRIEL TUNEZ
(DPA)
Los seis goles que España le marcó a Argentina en el partido amistoso quemaron las tímidas certezas que tenían el equipo y su entrenador, Jorge Sampaoli, ahora obligados a reconstruir un futuro lo más firme posible a menos de 80 días de comenzar el Mundial de Rusia 2018.
“Nos queda rogar que Messi esté bien en el Mundial”, expresó Mario Kempes, goleador del seleccionado argentino campeón en el Mundial de 1978. En el descanso tras el primer tiempo, Sampaoli confirmó que Messi bajó al vestuario y tomó la palabra frente al plantel. Nadie reveló aún el contenido de sus palabras, que por el resultado en el complemento parecieron no haber surtido efecto.
“A Argentina le falta mucho en poco tiempo...”, resumió en Twitter el ex lateral y capitán argentino Juan Pablo Sorín. El triunfo conseguido el viernes por 2-0 en un amistoso ante Italia pareció situar a Argentina en un sendero de tranquilidad y optimismo con miras al destino final: el estadio del Spartak de Moscú, al que ingresará el 16 de junio para enfrentar en su primer partido del Mundial de Rusia a Islandia en el Grupo D. Argentina, que tampoco tuvo ese día a Messi ausente también ante España, había demostrado un pequeño crecimiento en comparación con el conjunto que logró la clasificación a Rusia en la última fecha frente a un juvenil y alternativo seleccionado ecuatoriano.
Sampaoli parecía haber encontrado algunas respuestas con su planteo de cuatro defensores, un mediocampo poblado de jugadores ofensivos y un arquero seguro como Wilfredo Caballero. Cuatro días después, todo eso, que tampoco era tanto, quedó en Madrid convertido en cenizas.
El planteo de Sampaoli, que algunos hinchas y periodistas consideraron futbolísticamente suicida, dejó en evidencia todas las falencias que todavía tiene el conjunto argentino. “En el segundo tiempo España nos abofeteó por nuestra forma de jugar”, admitió Sampaoli.
“Catástrofe”, “Papelón” y “Humillación”, fueron algunas de las afirmaciones utilizadas en la prensa local para titular la goleada y su significado: Argentina no está en condiciones, con el Mundial a la vuelta de la esquina, de jugar de igual a igual con una potencia como España, Brasil o Alemania, por citar sólo tres casos.
“El camino es el trabajo táctico sin perder el orden”, recomendó, en tanto, el ex goleador Gabriel Batistuta.
Sampaoli y los jugadores deben encarar la reconstrucción total de lo que el incendio provocado por España a fuerza de goles y fútbol destruyó en Madrid.
El 16 de junio, frente a Islandia, Argentina tiene que abrir la puerta y mostrar que el resultado del trabajo es confiable. Que el trabajo fue hecho sobre una base sólida para que el soplido fuerte de un rival no lo destruya fácilmente.