Cayó mal adentro y afuera del Palacio de Justicia la decisión de vedar la circulación peatonal en las puertas de las calles 9 de Julio y Congreso. A partir del 1 de abril, esos accesos a la principal sede tribunalicia de la provincia quedarán exclusivamente reservados para los automóviles oficiales que estacionan en la planta baja. Daniel Posse, presidente de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán, dijo que la modificación obedecía a razones de orden y de seguridad. El aviso fijado en las entradas afectadas a las nuevas directivas no lleva firma ni expone las razones del cambio de criterio.
Las críticas y reclamos comenzaron a aflorar ni bien apareció el cartel. Benjamín Moisá, vocal de la Cámara en lo Civil y Comercial Común, publicó en su perfil de Facebook que los “palacios” no siempre eran de reyes, príncipes o señores feudales. “A veces también son de simples servidores públicos... Seguimos con una concepción feudal de la magistratura. ¡Abran paso, señores, para que pasen las carrozas!”, ironizó en el texto que divulgó este miércoles. Moisá trabaja en el edificio: su despacho están en otra ala de la misma planta que ocupan las dependencias de la Corte Suprema.
Los sabios constructores
Un día antes, el abogado Daniel Tarulli había exigido al Colegio de Abogados de la Capital que se opusiera a lo que considera una medida arbitraria, elitista y antirrepublicana. Al igual que Moisá, ese letrado dijo que los peatones podían circular libremente por los cuatro accesos del edificio desde tiempo inmemorial. “Ni en las peores épocas de la dictadura militar me ha tocado vivir tamaña afrenta. En apariencia, esta medida solamente serviría para que por los ingresos señalados accedan los vehículos oficiales de los miembros de la Corte, y los automóviles particulares de los jueces y demás funcionarios judiciales”, reprochó Tarulli. Y recordó que el artículo 16 de la Constitución Nacional rechaza los privilegios y títulos de nobleza, y asegura la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos. “Los constructores del Palacio inteligentemente orientaron, cual rosa de los vientos, las entradas del edificio hacia los cuatro puntos cardinales para facilitar el ingreso amplio a la justicia, lo que denota una sabiduría de la que siempre es posible aprender”, reflexionó
La playa descubierta de la planta baja puede albergar hasta a 29 coches (19 vehículos entran por la 9 de Julio y 10 por la Congreso). Posse explicó que a diario observaban que el tránsito de autos y de público era peligroso. “Tomamos la decisión (de restringir la circulación) para evitar accidentes. A 50 metros de ambas puertas hay entradas habilitadas (Pje. Vélez Sársfield y La Madrid): creo que no estamos generando una incomodidad y que caminar es saludable”, relativizó.