El “Mellizo” negó una crisis en Boca

Marzo está resultando oscuro para Boca: un empate por Copa Libertadores, la derrota ante Argentinos, el agónico triunfo ante Tigre y el miércoles negro con River. Los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto llegaron a Tucumán con la obligación de ganar para que el equipo levante el ánimo y para proteger la diferencia que mantiene desde hace meses sobre sus perseguidores en la Superliga.

Al día siguiente de perder la final de la Supercopa Argentina, una visita del presidente, Daniel Angelici, durante el entrenamiento generó polémica. “Cuando pierde Boca obviamente trae cola, pero nosotros somos inteligentes y sabemos que siempre saldrán noticias que no son reales. A nosotros no nos puede generar nada que no sea trabajar para Boca, mejorar y tratar de ganar”, dijo el “Mellizo”.

El técnico admitió que los jugadores están golpeados, pero dejó en claro que están bien de ánimos y con la certeza de que a la camiseta de Boca se la tiene que transpirar. “Llegamos a Tucumán con ese objetivo. Siempre la gente es muy cálida. Fue muy lindo el recibimiento, es un lindo mimo”, dijo.

Consideró que su equipo podría haber ganado el partido ante Atlético. “Nos vamos con el empate, que suma un punto, y con el carácter del equipo en el segundo tiempo”, dijo Barros Schelotto.

El “Mellizo” no cree que al equipo le falte suerte; de hecho, se mostró tranquilo respecto del juego que mostró. “El carácter que vi hoy (por ayer) ya lo había visto el miércoles. Me quedo con la intención permanente de ir a buscar el partido, no de buscar excusas con el árbitro o con el rival. Merecimos empatar y merecimos haber ganado”, indicó.

Ante Atlético, Carlos Tevez jugó un poco tirado atrás. Según el técnico, se trata de una posición que al “Apache” le agrada. No obstante, se lo vio deslucido. Por el contrario, el ingreso de Emanuel “Bebelo” Reynoso, a los 16 minutos del segundo tiempo, le aportó frescura al equipo. “Entró muy bien; jugó e hizo jugar”, dijo el entrenador.

En 25 de Mayo y Chile corría el minuto 46 del complemento y Boca se estaba quedando con las manos vacías. Pero apareció Walter Bou para el empate. “Gracias a Dios pude convertir después de un tiempo. Pero me quedo con la garra que puso el equipo en todo momento”, dijo el delantero.