El argentino Juan Martín Del Potro venció hoy con parciales de 6-4, 6-7 (8-10) y 7-6 (7-2) al suizo Roger Federer y ganó el torneo de tenis de Indian Wells, el vigésimo segundo de su carrera y el primero que consigue en la categoría de los Masters 1000.
El tandilense, que a partir de mañana será sexto del mundo, logró su victoria tras una batalla que duró casi tres horas y lo llevó al límite. El triunfo, de cualquier forma, abre un nuevo capítulo en su carrera, que estuvo a punto de acabar por una insistente lesión en la muñeca.
Un Del Potro muy afilado rompió el servicio del suizo en el quinto juego del partido. A partir de allí, el tandilense mantuvo su saque, pese a la resistencia de Federer, y firmó el primer set con relativa rapidez. Corrían 35 minutos.
Incómodo, en ocasiones errático, el campeón de 20 Grand Slam no encontró su ritmo y no pudo dictar los tiempos del duelo, ante un rival que, por el contrario, respiraba calma y jugaba con la tranquilidad de no tener nada que perder.
Ambos, en todo caso, protagonizaron intercambios intensos, al límite, que fueron una formidable exposición de golpes y movimientos: tenis de gran nivel que no defraudó la expectativa generada por un duelo que ya cuenta con varios grandes capítulos, incluyendo el de hoy.
What a moment @delpotrojuan, we salute you! #BNPPO18 pic.twitter.com/4avDNnBmjx
— Tennis TV (@TennisTV) 18 de marzo de 2018
Porque si en la primera manga Del Potro dominó, la final fue mucho más pareja en la segunda. Cada uno cuidó su servicio y, llegados al tie-break, el partido tuvo más que ver con no errar que con imponer un juego.
En el parcial definitivo, los saques volvieron a imponerse y no fue hasta el noveno juego que el suizo rompió el servicio de Del Potro. Para ese momento, el número uno del mundo jugaba con un poco de más fluidez.
Sin embargo, cuando sacaba para el torneo, un soberbio derechazo de Del Potro quebró el servicio del defensor del título y obligó, dos game después, a un nuevo desempate.
Allí reinó sin discusión Del Potro, que nada más al empezar propinó dos miniquiebres al suizo y sacó una ventaja ya indescontable, como si Federer, agotado por el enorme esfuerzo o frustrado por las oportunides perdidas, hubiera desaprecido.
No fue el caso del argentino, que logró un nuevo hito en ya ilustre carrera.