El papa Francisco expresó ayer su amor “grande e intenso” por la Argentina y pidió “perdón los que puedan sentirse ofendidos” por algunos de sus gestos, en una carta dirigida a los argentinos, enviada al presidente del Episcopado, Oscar Ojea, en la que también hace referencia a la “defensa de la vida”.
El texto, que se conoció de manera sorpresiva; llegó especialmente en respuesta a los saludos que recibió con motivo del quinto aniversario de su pontificado que se cumplió el 13 de marzo; en particular una carta que firmaron tanto dirigentes del oficialismo como de la oposición.
“A las argentinas y argentinos que me expresaron su cercanía en el quinto aniversario de mi elección, quiero hacerles llegar mi afecto y gratitud”, comienza la carta de una carilla enviada a Ojea, a la que tuvo acceso la agencia estatal Télam.
“Me conmueve descubrir que, además del respetuoso saludo de las autoridades, en esta carta se hayan unido personas de diferentes procedencias religiosas, políticas e ideológicas. Así se confirma que no es imposible encontrar razones para encontrarse y que la unidad es superior al conflicto”, aseguró.
Francisco se refirió de esta manera a la carta que -motorizada por el titular de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) Juan Grabois- firmaron esta semana tanto opositores como oficialistas en apoyo al papa Francisco, y que suscribieron María Eugenia Vidal, Eugenio Zaffaroni, Gabriela Michetti, Esteban Bullrich, Sergio Massa, Felipe Solá, Wado de Pedro, Hugo Yasky, Roberto Baradel y Pablo Moyano, entre muchos otros dirigentes políticos, sindicales y sociales.
“Los argentinos y las argentinas te queremos mucho. Valoramos enormemente tu tenaz trabajo por la paz y la justicia en todo el mundo, a pesar de las resistencias que genera entre quienes pueden ver afectados intereses que no son legítimos”, decía el texto.
Misiva presidencial
También el presidente Mauricio Macri le envío una carta esta semana por el aniversario de su elección como Papa, en la que destacó “el legado que está dejando a toda la humanidad” y calificó al ex arzobispo de Buenos Aires como “un líder moral inmensamente querido y admirado”.
La carta de Bergoglio a los argentinos llega también después de semanas de tensión entre el gobierno nacional y la Iglesia argentina por dos temas: la habilitación en el Congreso del debate sobre la despenalización del aborto, y la difusión de los sueldos que cobran los obispos con aportes del Estado.
Desde el gobierno, el canciller Jorge Faurie y el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, celebraron el contenido de la carta.
“Siempre es muy importante lo que su Santidad dice. No olvidemos no sólo su rol como representante de la fe, sino como jefe de Estado en el Vaticano, como un argentino que es muy próximo a todos nosotros. Compartimos las reflexiones, es un pensamiento que todos valoramos, dijo Faurie a radio Mitre.
Para Garavano, la misiva contiene “un mensaje de unidad” y consideró “un error que lo pongamos a nivel de pelas internas”.
En la carta, el Papa sostuvo que el amor por su Patria “sigue siendo grande e intenso”, que reza “todos los días” por su pueblo, al tiempo que pidió “perdón a los que puedan sentirse ofendidos” por alguno de sus gestos.
“Puedo asegurarles que mi intención es hacer el bien y que a esta edad mis intereses ya tienen poco que ver con mi persona. Pero, aunque Dios me confió una tarea tan importante y Él me ayuda, no me liberó de la fragilidad humana. Por eso puedo equivocarme como todos”, admitió.
En otro párrafo, Jorge Bergoglio les dice a los argentinos que “si alguna vez se alegran por cosas que yo pueda hacer bien, quiero pedirles que las sientan como propias” y agregó: “Ustedes son mi pueblo, el pueblo que me ha formado, me ha preparado, y me ha ofrecido al servicio de las personas”.
“Aunque ahora no tenemos el gozo de estar juntos en nuestra Argentina, recuerden que el Señor ha llamado a uno de ustedes para llevar un mensaje de fe, de misericordia y de fraternidad a muchos rincones de la tierra”, sostuvo Francisco, quien no da ninguna especificación sobre un eventual viaje a su país natal.
“Defensa de la vida”
Finalmente, pidió por todos los argentinos, “para que sean canales del bien y la belleza, para que puedan hacer su aporte en la defensa de la vida y de la justicia, para que siembren paz y fraternidad, para que mejoren el mundo con su trabajo, para que cuiden a los más débiles y compartan a manos llenas todo lo que Dios les ha regalado”.
La referencia a la “defensa de la vida” se interpretó en medios eclesiásticos como una alusión al debate sobre la legalización del aborto que comenzará la semana próxima en el Congreso, luego de que el presidente Macri habilitara al discusión del tema.
“Como siempre, a los que tienen fe les pido que recen por mí, y a los que no tienen fe, les ruego que me deseen cosas buenas”, concluye la misiva fechada ayer en la ciudad del Vaticano, firmada de puño y letra por Francisco, enviada “con cariño de hermano y de padre”. (Télam)