Además de haber nacido en nuestra provincia, Joaquín Correa (Juan Bautista Alberdi, 13 de agosto de 1994) y Lucas Diarte (San Miguel de Tucumán, 4 de junio de 1993) coinciden en que ambos debutaron en el fútbol profesional en el mismo club: Estudiantes (La Plata). Correa ya no defiende aquellos colores: en enero de 2015 fue presentado oficialmente en Sampdoria (Génova, Italia); y un año y medio después pasó a Sevilla (España), que un mes antes había contratado a Jorge Sampaoli como técnico. Diarte, por su parte, está consolidado en la zaga de la Primera del “Pincha”.
Ninguno de ellos jugó en Atlético o en San Martín; ni siquiera en las divisiones inferiores de estos equipos. En realidad, esto no resulta tan extraño: muchos jugadores tucumanos que triunfan fuera de la provincia también saltearon a los principales clubes locales.
Diarte explica esto a partir de una cuestión de oportunidades de los propios chicos. “Ahora hay más posibilidades para ir a Buenos Aires a probar suerte; antes eso no pasaba. Además, hay muchos captadores de talentos en todo el país, y eso seduce”, dice.
Correa se muestra más crítico a la hora de explicar esa migración. “En Tucumán no hay competencia o torneos serios que potencien las cualidades de los jugadores con proyección”, afirma. De hecho, considera que no se puede competir con los clubes de Rosario o de Buenos Aires: “(estos) tienen competencia e infraestructura para contener a los jugadores”. A renglón seguido, deja en claro que no se trata de la calidad del futbolista de nuestra provincia: “en Tucumán sobran talentos para armar equipos de gran nivel”.
Los dos reconocen que les hubiese gustado defender la camiseta de alguno de los dos grandes equipos tucumanos. Y Diarte agrega que se trata de una asignatura que tiene pendiente.
Locales vs. foráneos
Actualmente, tanto Atlético como San Martín cuentan en sus planteles con muy pocos jugadores nacidos en Tucumán. Sin embargo, Diarte no asume una posición chauvinista ante este fenómeno. “Es una sensación rara. Obviamente que ver triunfar a jugadores de la provincia en estos equipos te da mucho orgullo. Pero ni hay que desmerecer al futbolista tucumano ni al que viene de afuera. Al fin y al cabo es un trabajo, y todos quieren ganar”, afirma.