Aunque solía entrenarse con las infantiles de San Martín, Matías Kranevitter había dejado de hacerlo incluso antes de emigrar. El bolsillo familiar no daba para pagar la cuota del club, por lo que el “Colo” debió olvidarse de vestir la camiseta del “Santo”. El fútbol, sin embargo, le tiraba; y por eso decidió participar de una prueba para River. Salió airoso, lo que implicó mudarse a la Capital Federal.
“Quizás haber ido a Buenos Aires me dio muchas más posibilidades para triunfar. Allá tienen una buena pensión y escuelas donde estudiar”, le dice a LG Deportiva. A Kranevitter no le fue mal en Buenos Aires. De hecho, de River partió a España, y, luego, a Rusia. Pero no cree que él sea una excepción. “Sería muy bueno que los clubes tucumanos se fijen en nuestros chicos. Tenemos muchos que pueden jugar en Primera y en todas las divisiones”, sugiere.
En paralelo a lo estrictamente futbolístico considera que para la formación se deben atender otros ítems. “Resulta clave una buena pensión, donde se brinde una excelente alimentación y donde los chicos se sientan contenidos en todos los aspectos”, subraya.
Según Kranevitter, la provincia es un gran semillero de futbolistas. “Acá hay gran futuro; por eso todos los años vienen clubes a llevarse los mejores exponentes. Tenemos jugadores por todo el mundo; en las mejores ligas”, afirma. Precisamente debido a ese potencial considera que los principales equipos tucumanos deberían nutrirse más de jugadores locales. “Sería importante que Atlético y San Martín tengan entre sus titulares más jugadores de aquí que de afuera”, propone. Pero sabe que sólo hay una vía para que eso suceda: “la única forma de tener muchos chicos jugando en Primera es que los clubes apuesten por ellos”.
Jugar en el “Santo”
Su desempeño en River hizo que Diego Simeone lo pida para Atlético de Madrid. Jugó allí 11 partidos, y fue cedido a Sevilla, que por entonces dirigía Jorge Sampaoli, actual técnico de la Selección. En agosto del año pasado, el “Colchonero” lo vendió a Zenit, de San Petersburgo (Rusia). Kranevitter también lució la “blanquiceleste” del seleccionado mayor. Pero le quedó un deseo por cumplir: “me hubiese encantado jugar en Primera con San Martín, equipo del que soy hincha y en el que hice mis primeros pasos”.