“Quiero pedir disculpas por lo que pasó en la sala de audiencias. Me puse nervioso y por eso me contradije. Siempre dije la verdad y no sé absolutamente nada más de lo que conté”, aseguró Jorge Jiménez (su apellido es con J y no G, como se venía publicando), el primer detenido por falso testimonio en el juicio por el crimen de Paulina Lebbos.
El chofer de colectivos se presentó ante el fiscal Diego López Ávila, que recibió la causa por pedido del tribunal que está integrado por Rafael Macoritto, Dante Ibáñez (presidente) y Carlos Caramuti. Según confiaron fuentes judiciales, durante su declaración expuso casi con las mismas palabras lo que contó en el debate, aunque en esta oportunidad lo hizo más tranquilo y sin caer en contradicciones.
Los amigos derrumbaron las versiones de Soto y también se complicaron con sus dichos
De acuerdo a la versión que trascendió, Jiménez insistió con su versión de que estuvo en una fiesta que se desarrolló en Burruyacu el sábado 25. “Esa versión la mantiene desde el primer día que lo citaron a declarar. En aquella oportunidad presentó fotos para comprobar sus dichos. Y si fuera necesario, podría ser respaldado por testigos”, señaló Álvaro Zelarayán, defensor del acusado de falso testimonio.
“Era amigo de ella”
El profesional comentó además que hubo dos situaciones que podrían haberlo hecho confundir en sus declaraciones. “Hace muy poco tiempo sufrió un experiencia muy traumática en su vida y eso con seguridad influyó. Además, se sintió intimidado en el interrogatorio del tribunal. Si hasta un juez le advirtió a un defensor que no le gritara cuando le hiciera una pregunta”, agregó Zelarayán.
Uno por uno: quiénes integran el círculo de César Soto, que quedó en la mira de la Justicia
En Tribunales, Jiménez no sólo insistió con la versión de que estuvo en Burruyacu, sino que confirmó que envió mensajes y mantuvo llamadas con Paulina antes de que fuera asesinada. “Él era amigo de la pareja y mantenía una muy buena relación de amistad con ambos. Y por ese motivo, era normal que mantuvieran contacto. No hubo ningún tipo de acoso”, señaló el defensor.
Seguirá detenido
El fiscal López Ávila decidió que continúe detenido hasta definir su situación procesal. “Sería una cosa totalmente anormal si se le llegara a pedir que se le dicte prisión preventiva. Estamos hablando de un delito que es excarcelable y se lo quiere implementar a una persona que no tiene antecedentes y que jamás entorpeció el accionar de la Justicia”, destacó Zelarayán.
Las audiencias continuarán mañana. Hay al menos dos testigos clave que declararán antes de que se defina la situación de César Soto, el ex novio de la víctima. Este quedó en la mira por las versiones que planteó en la audiencia. Su actual pareja tiene que declarar ahora.
Juicio por Paulina: crecen las sospechas entorno a las amistades de César Soto
Otro que se sentará en el banquillo de los testigos es Juan Jiménez, padre de Jorge. A él lo interrogarán sobre los mensajes que supuestamente envió a Paulina. También lo consultarán si él llamó a Soto y a Paulina desde Aguaray en enero de 2016. De esa localidad salteña es oriunda la mayoría de los integrantes del llamado Grupo del Abasto, que son los jóvenes que estuvieron con la estudiante la noche que desapareció.
Allí estuvieron Virginia y Jimena Mercado y Gisella Rennis, las jóvenes cuyos teléfonos tuvieron contacto con el de Macarena Bordato, supuestamente vinculada a un importante narco a nivel regional. También quedaron “pegados” por haber llamado al teléfono de esa mujer Roberto Luis Gómez, el único imputado por el crimen, y Walter “Chichilo” Acevedo, uno de los líderes de La Inimitable.
En su edición del jueves, se publicó erróneamente que Jorge Jiménez no había declarado porque no había un defensor oficial que lo asistiera. En realidad no lo hizo por cuestiones legales que nada tenían que ver con el trabajo de los profesionales que sí prestan servicio en horario vespertino.