Un hombre que esperaba para ser enjuiciado por un doble homicidio, fue asesinado a balazos ayer por la tarde en El Colmenar. Los investigadores creen que se trató de una venganza por ese hecho que ocurrió en agosto de 2015.
Juan Manuel Gómez, de 29 años, que gozaba de un permiso extramuros, caminaba junto a un amigo y supuestamente con un menor por la avenida Presidente Perón. Al llegar a la intersección con la avenida San Ramón, fue alcanzado por cuatro hombres que se movilizaban en dos motos. Los jóvenes que viajaban de acompañantes descendieron de los rodados y acorralaron a la víctima. Sin mediar palabras, lo acribillaron. Fuentes policiales confirmaron que habría recibido al menos 24 impactos de bala.
Pese a la ferocidad del ataque, Gómez siguió con vida, lo llevaron al hospital Avellaneda y de allí al Centro de Salud, donde terminó falleciendo una hora y media después de haber sido herido. El acompañante no sufrió ni un rasguño y fuentes policiales aseguraron que no habían podido identificar al menor que supuestamente estaba con la víctima. Al cierre de esta edición, el mayor continuaba declarando en la Policía.
“Fueron muchísimos disparos, todos apuntados a él. No tenía problemas con nadie en el barrio, pero sí se sabía que estaba preso por matar a dos personas. Seguro que fue por venganza”, contó Victoria, una vecina que prefirió no dar su apellido por temor a recibir represalias. “Tengo miedo que le hagan algo a mis seres queridos. Agradezco a Dios que el ataque fue antes de las 17, cuando los chicos comienzan a salir de las escuela”, destacó.
Los investigadores sospechan que los atacantes tenían todo estudiado. Lo interceptaron en un sector donde sabían que no podría escapar, en el momento en el que no había gente para identificarlo y huyeron sin problemas por las calles de El Colmenar.
Historia
En la mañana del 8 de agosto, los vecinos del barrio Los Pinos se despertaron por los disparos. A las 7.15 del 8 de agosto de 2015, Matías Toseti, de 24 años, había caído muerto en la esquina de Muñecas y Emilio Castelar. Dos disparos en el tórax habían terminado con su vida. A su lado había quedado la moto que conducía. A unos metros, agonizaba Rodrigo Gastón Alderete, su acompañante que había recibido dos balazos en el abdomen. Murió cinco horas después.
Ambos habrían estado involucrados en una pelea que ocurrió en una casa donde funciona un pool, en 25 de Mayo al 2.400. En ese lugar, se sospecha, hubo un tiroteo en el que también estaría involucrado un automovilista, que sería el autor de los disparos que hirieron de muerte a Toseti y Alderete.
“Fue un caso muy difícil de investigar. Además del silencio con el que nos encontramos, teníamos serias dudas de que era lo que realmente había ocurrido. No sólo se secuestró un revólver, sino que a las víctimas le dio positiva la prueba de dermotest”, explicó Adriana Giannoni que investigó ese caso y el que estará ahora al frente de esta pesquisa.
La fiscala, a los pocos días, logró identificar a Gómez como el posible autor del doble homicidio. Pidió se detención que se concretó el 2 de setiembre en avenida Adolfo de la Vega y Lamadrid, muy lejos de El Colmenar. Logró que se le dictara la prisión preventiva y al poco tiempo pidió que el acusado sea enjuiciado por el hecho.
En principio, ese crimen podría haber estado vinculado a una cuestión de drogas, pero nunca se llegó a confirmar esa hipótesis. Gómez, al haber cumplido más de dos años en prisión sin ser enjuiciado, comenzó a recibir permisos para salir del penal, paso previo a recuperar la libertad. Esa información también la habrían manejado los atacantes.