Ola de violencia en San Cayetano: se registraron tres homicidios en apenas cuatro días
La última víctima falleció en un enfrentamiento entre dos familias que vivían en la misma cuadra. “Antes acá se le tenía miedo a la Policía, ahora la Policía está del lado de los poderosos”, dijo el padre de un joven que fue acribillado en la puerta de su domicilio. Los vecinos están aterrorizados
“Y esto es San Cayetano. Acá la muerte siempre anda dando vueltas”, aseguró Mario Lencina, vecino del barrio Autopista Sur, donde el jueves por la noche se produjo un enfrentamiento entre dos familias que dejó como saldo un joven asesinado y otra persona herida que se encuentra en grave estado. Este fue el tercer homicidio que se produjo en menos de cuatro días en ese sector de la ciudad.
Llegar al lugar donde se produjo el hecho fue imposible. Como lo fue permanecer en la esquina de Fortunata García y Marina Alfaro el domingo por la noche, cuando fue asesinado de dos puñaladas Juan Carlos Guzmán y sus familiares buscaban al autor para hacer justicia por mano propia. Moisés Amaya fue acribillado a balazos en la puerta de su casa luego de haber mantenido una discusión con un supuesto transa de la zona. Este caso no trascendió porque, según creen, el homicida prometió balas para el que hablara.
“Así vivimos en San Cayetano. Acá la vida no vale nada. Debe ser muy corajudo usted para tratar de ingresar a esta zona de noche”, explicó Lencina.
Antes de las 20.30 dos adolescentes comenzaron a pelearse. Las familias de ambos chicos, que viven separados por una casa, se sumaron al pleito. Luego siguieron los golpes hasta que uno de ellos extrajo un arma, hizo un disparo y siguió con una impresionante balacera. En el enfrentamiento recibieron un proyectil en la espalda Juan Andrés Rodríguez, de 18 años y Rodrigo Fernando González (31) en la zona de la axila. La Policía no cree en esa versión. Investigan si el enfrentamiento no se trató de una pelea para quedarse con el dominio del barrio.
Lencina camina lento y habla mucho más despacio aún. “Para no tener problemas es preferible no mirar, no escuchar y no decir nada. No sé qué pasó, pero aquí todas las diferencias se resuelven a los tiros”, concluyó.
Caos
Rodríguez fue llevado a las 21 al CAPS de San Cayetano. “Lo trajeron dos hombres en una moto; su cuerpo colgaba entre medio de ellos y cuando quisieron bajarlo en la puerta, se les cayó. El personal médico lo sube a una camilla, pero cuando empezaron a revisarlo vieron que estaba muerto. Tenía una herida de bala bajo la axila izquierda que le había atravesado el cuerpo”, explicó Nancy Vera, directora del centro asistencial.
Un grupo de por lo menos 20 personas, compuesto en su gran mayoría por familiares de la víctima, se amontonó en la entrada del centro asistencial reclamando novedades. “Todos estaban muy alterados, y se pusieron peor cuando les avisamos que el joven había fallecido. Comenzaron a gritar y gritar y a patear las paredes”, relató.
La médica contó que “no pasaron 10 minutos desde que llegó el joven cuando trajeron al otro, no sé quiénes, porque estaba adentro atendiendo a otro herido. El hombre también presentaba una herida con arma de fuego, pero en la espalda”.
“No hice nada, yo no hice nada, se cansaba de repetir el herido. Decía que él sólo intentó separar una pelea, que no tenía nada que ver”, contó la médica. “Apenas ingresó me dirigí a la comisaría y avisé; el personal policial llegó a los pocos minutos con una ambulancia, allí lo cargaron y lo llevaron al hospital Centro de Salud”, agregó.
La directora del CAPS dijo que tuvo que llegar un cuerpo de Infantería y agentes de la seccional para calmar a los familiares de la víctima del homicidio. “La situación se solucionó rápido, en media hora ya había pasado el problema y retomamos la guardia con normalidad. Pero fue media hora de locura”, comentó Vera.
Fernández se encuentra internado en una sala de cuidados críticos en el Centro de Salud. Los familiares jamás se presentaron en el horario de visita y no lo hicieron cuando él ingresó.
Según la doctora, todos los días tienen casos de heridos en situaciones de asalto o de robo. “Ingresan muchos con heridas de arma de fuego, y también con heridas de arma blanca. Hace unas semanas llegó un pequeño de 9 años cortado y en estado de crisis/ shock , que dijo que fue ‘por un asalto’ ”, concluyó.