Luis Rodríguez y Javier Toledo jugarán hoy apenas su tercer partido juntos. Integran, desde que el cordobés llegó a Atlético como el último refuerzo del mercado de pases de verano, una dupla que pareció ser forzada pero terminó siendo la más efectiva que haya tenido el “Pulguita” jamás, al menos hasta ahora.
Dos partidos jugados y dos goles para cada uno de los delanteros para configurar una situación extraña. Desde que el simoqueño llegó a la Primera de Atlético en la temporada 2007/08, está claro que se adueñó de la camiseta número 7 en los últimos 10 años (interrumpidos por uno en Newell’s).
Todo a fuerza de goles. Para ser precisos, 120 para convertirse en el máximo goleador del profesionalismo en la historia del club, un logro que será reconocido en el partido de hoy ante Defensa y Justicia, a las 17 con un homenaje sorpresa.
En esos 10 años del “Pulguita” en Atlético, innumerables jugadores intentaron ser tan convincentes como él con la camiseta número nueve y no lo lograron. “Tuve muchos número nueve que no hacían goles. Leopoldo Gutiérrez, por ejemplo. No convertía, pero hacía todo el trabajo sucio”, recordó Rodríguez a quien formó con él dupla en la temporada 2008/09.
Gutiérrez colaboraba, pero no como un “9” suele hacerlo. Jugadores como Josemir Lujambio o Jairo Castillo se vieron opacados por la presencia del “Pulguita”. A tal punto que se llegó a hablar de una maldición: entre marzo de 2012 y marzo de 2013, ningún jugador de Atlético pudo hacer un gol con la nueve en la espalda.
Las últimas apariciones de Cristian Menéndez (usaba la 11 pero acompañó siempre al “Pulguita” como 9) y Fernando Zampedri fueron altamente positivas, pero más allá del sello que dejaron en el club, no pudieron lograr lo que la dupla que hoy saltará a la cancha en el Monumental: hacer dos goles cada uno en sus primeros dos partidos.
La “9” es de Mauricio Affonso pero Toledo, quizás a sabiendas de esto, se alejó de ese número por completo al elegir el “12”, según dijo en su presentación, por elección de su esposa.
Toledo había llegado a Tucumán con el torneo ya empezado e incluso con Affonso recién despierto tras una siesta en el primer semestre: el uruguayo abrió el camino para el triunfo ante Temperley mientras la dirigencia se desesperaba por cerrar la contratación de un “9”.
Primero llegó Leandro Díaz, que por problemas judiciales aún no puede debutar y al menos por ahora no es un candidato a acompañar al “Pulguita” como lo hizo en 2014.
Así las cosas, poco tiempo después de haber firmado su contrato, Toledo estaba iniciando el partido contra San Martín de San Juan de titular. “Hay que ser realista: llevo pocos días de entrenamiento con el plantel, así que lo decidirá el entrenador”, admitió Toledo antes de su debut, sin saber lo que vendría después.
Es curioso porque a pesar de los números de los dos delanteros en sus primeros partidos, aún no se complementan como dupla real. De hecho, ninguno de los cuatro goles vino por una asistencia de uno a otro.
Sin embargo, en el partido pasado, cuando Rodríguez no pudo jugar por lesión, pudo verse el peor partido de Toledo desde que llegó y aún más desconectado con su compañero, en ese caso, Affonso.
Todavía no es algo que se sostenga en el juego pero sí en los números de ambos: la dupla Rodríguez-Toledo cumplió algunas de sus promesas y tiene pensado seguir haciéndolo.