“No tengo nada que ver con el caso Lebbos. Magdalena Cruz es una empleada más con la que nunca crucé palabra y a la que nunca vi en persona“, dijo Macarena Bordato en una charla exclusiva con LA GACETA.
La mujer quedó involucrada en el juicio del crimen de Paulina Lebbos porque Cruz la señaló como la persona que puso a su nombre el celular con el que se comunicaron varias personas que están mencionadas en la causa. Magdalena Cruz había sido citada como testigo para que explicara por qué hay llamadas entre líneas telefónicas a su nombre con las de las hermanas Virginia y Jimena Mercado, Gisella Rennis, José Luis Gómez -padre de Roberto Luis Gómez (único imputado por el crimen de la estudiante)- y Walter “Chichilo” Acevedo, uno de los líderes de la barra de Atlético.
Cruz, oriunda de El Siambón y empleada doméstica, negó haber efectuado o recibido las polémicas llamadas. Pero aclaró que su empleadora, Bordato, le había pedido su documento para comprar un teléfono celular. Según la testigo, ella se quedó con ese aparato y la línea.
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Bordato, que se hizo conocida a nivel nacional por un incidente en 2016 con efectivos de Policía de Seguridad Aeroportuaria que se viralizó, desmintió tener una casa en Raco.
“Lo único que tengo en Raco es a mi empleada doméstica (Magdalena Cruz), que actualmente sigue trabajando en mi casa y que declaró ayer en ese juicio, pero realmente no tengo idea de qué está hablando esa mujer”, manifestó e insistió en que jamás tuvo contacto con Cruz.
La línea narco quedó más firme que nunca en el debate
Bordato contó que en la actualidad tiene “dos problemas”. Por un lado, todas las consecuencias que provocaron las publicaciones en las redes y en los medios tras lo ocurrido en el aeropuerto Benjamín Matienzo en 2016. Por otro, la declaración de Cruz y el impacto negativo en que las palabras de la empleada afectan su reputación.
“Hace dos años, cuando ocurrió ese incidente del aeropuerto, no le di trascendencia; los medios intentaron comunicarse conmigo para que dé una nota y me negué. Sin embargo, ahora veo que no se cerró el problema, lo cual me trae consecuencias tremendas”, explicó en la charla telefónica con LA GACETA.
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“Una cosa es que me escrachen con el tema del aeropuerto y otra es que intenten involucrarme en una causa tan grave como esta. Ese día tuve un crisis de nervios y a eso se debió mi reacción; pero es falso que a raíz de eso se me haya prohibido el ingreso al aeropuerto. Tampoco me prohibieron volar en ninguna línea aérea; es más, desde hace años que vuelo todas las semanas a Buenos Aires por trabajo. Además, entro y salgo del país sin ningún inconveniente”, agregó.
Adelantó que, en caso de ser citada, se presentará a declarar y que dejará en claro ante la prensa que “no tiene nada que ver con este ni con ningún otro crimen o delito”.
Acusaciones
Bordato, según la información que consiguió LA GACETA, se habría separado hace varios años de Alejandro Agudo, el hombre que también fue mencionado por la trabajadora oriunda de El Siambón y quien instaló la hipótesis narco del caso.
La mujer aseguró que recién tomó conocimiento del testimonio de Magdalena Cruz a partir de lo publicado ayer por los medios, ya que jamás imaginó que se la pudiera involucrar en un caso así y negó las acusaciones sobre su vinculación con personas del poder.
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“No trabajo ni nunca trabajé en la Caja Popular de Ahorros. Tampoco tengo relación con políticos de ningún partido, como quieren hacer creer”, señaló.
Fuentes judiciales confirmaron que Bordato volvió a formar pareja con otro hombre oriundo de Buenos Aires. Entre ambos habrían decido instalar una empresa financiera con la que se habría cometido varias estafas, según las fuentes. No tendría causas judiciales vinculadas al tráfico de droga.
“No tengo ninguna causa abierta en la Justicia, y mucho menos por narcotráfico. Nunca tuve problemas con la ley, así como no lo tuvo nadie de mi familia”, explicó.
En varias ocasiones dijo que, “al contrario de lo que se publicó en los medios, nunca pisé una comisaría ni fui citada por ningún hecho delictivo”.
A disposición
El Tribunal ordenó una protección especial para Cruz y para Bordato, para evitar que tuvieran algún tipo de problemas por los datos que aportó la empleada doméstica y que ambas pueden aportar en el debate oral.
“A pesar de que todavía nadie me llamó para declarar, cuando regrese a la provincia (no precisó cuándo) me pondré a disposición de la Justicia y de los medios que quieran conocer mi verdad”, afirmó.
“Para mí es un gran inconveniente que por rumores o declaraciones falsas se me vincule con este caso. Pero si es necesario, iré a prestar declaración ante quien corresponda con todas las pruebas de mi inocencia y dejaré en claro que jamás tuve nada que ver”, reiteró. Por último, Bordato pidió que cesen las divulgaciones en su contra, ya que afectaban gravemente su vida íntima y familiar. “Lo que pasó en el aeropuerto fue algo que le puede pasar a cualquiera; no estoy orgullosa, me arrepiento de haber reaccionado así. Pero no hay derecho a que me sigan atacando por ello”, concluyó.