Los ocho interrogantes que dejó el Grupo del Abasto en el juicio por Paulina

Para intentar dar un orden en el debate, el tribunal los bautizó como el Grupo del Abasto. Así identificó a las personas que fueron a bailar con Paulina Lebbos la noche del 26 de febrero que desapareció y que, supuestamente, fue asesinada. Y después de que todos declararan en el juicio por el crimen de la estudiante, sólo quedó en claro una cosa: Virginia y Jimena Mercado no contaron lo que realmente saben.

Eso no sólo quedó demostrado por las numerosas contradicciones que cometieron, sino además porque aportaron algunos elementos que los otros testigos no dijeron o lo contaron de otra manera. Por ejemplo, coincidieron en señalar que Paulina no debería haber ido a bailar con ellos. Que Virginia la invitó sin que ellos supieran.

Luego de haber escuchado la versión de todos, la historia fue más o menos así. Jimena Mercado estaba de vacaciones y había decidido visitar a su hermana Virginia y a sus amigos. Antes de su arribo a la provincia, organizaron ir a bailar. Alejandro Aramayo -primo hermano de las Mercado-, Gisela Rennis, Claudia Soledad Cequeira y su pareja, Diego Martín, participaron del encuentro. Ellos tenían algo en común: la mayoría eran oriundos de la localidad salteña de Aguaray, cerca del límite con Bolivia.

Lebbos cree que finalmente se encontró la punta del ovillo para esclarecer el caso

Decidieron reunirse en el departamento de La Rioja al 400. Allí comenzaron a llegar todos. El arribo de Paulina generó sorpresa entre los amigos, ya que no sabían que Virginia la había invitado. Las últimas en llegar fueron Gisela y Jimena que habrían estado hasta después de las 1 en Yerba Buena. “Creo que me llevó mi papá en su camioneta”, dijo Rennis. Luego tomaron dos remises en la puerta del edificio y se dirigieron hasta el cajero que está en la avenida Alem y de ahí fueron caminando hasta Gitana.

Hubo distintas versiones sobre el horario de la entrada al boliche, la cantidad de alcohol que consumieron y si conversaron con otras personas. No quedaron dudas de que Martín y Cequeira fueron los primeros en irse. Luego los siguieron Rennis, Aramayo y Jimena Mercado. Paulina y Virginia se quedaron en el boliche.

Las claves de la nueva hipótesis en el caso Lebbos

El testimonio de este grupo dejó dos dudas muy importantes. La primera: ¿si Rennis tenía que tomar un remise para dirigirse a Yerba Buena, por qué caminaron hasta General Paz y La Rioja para hacerlo? La otra: ¿Virginia realmente se bajó en su departamento de La Rioja al 400 y Paulina siguió viaje a casa de su novio César Soto en el parque 9 de Julio? Este último interrogante surge luego de que los otros seis testigos confirmaran que no sabían cómo había sido el viaje de la víctima.

Los integrantes del Grupo del Abasto dijeron que este caso les cambió la vida. “Los años posteriores fueron muy difíciles porque quedamos muy mal vistas ante los ojos de todos”, comentó Cequeira, estudiante de 39 años. También coincidieron en señalar que la amistad se acabó luego de este caso. “Corté todo contacto con Virginia por cuestiones personales. Me alejé porque teníamos amistades diferentes y porque me sentí muy expuesta. Estaba enojada porque la gente me relacionaba con el caso”, concluyó Rennis.

Duda 1
Diferencias horaria
Los amigos de Paulina no pudieron precisar con exactitud el horario en el que ingresaron al boliche Gitana el 26 de febrero. Algunos dijeron que fue antes de las 1, otros a las 2 y a las 3. Hay una diferencia de casi tres horas que quedaron en blanco.

Duda 2

Un viaje misterioso
No convenció a casi ninguna de las partes que el grupo de amigos haya tomado dos remises para hacer un viaje de apenas seis cuadras y bajarse a retirar dinero de un cajero de la zona y de ahí recién se dirigieron a bailar al boliche caminando.

Duda 3
La partida del boliche
Ninguno de los testigos pudo aportar claridad sobre cómo se fueron del boliche. Virginia Mercado dijo que decidieron marcharse cuando se dieron cuenta que los otros ya se habían ido. Los otros declarantes comentaron que las perdieron en la puerta.

Duda 4
Sin ningún testigo claro
Todos los testimonios del grupo fueron coincidentes: Virginia Mercado fue la última persona que estuvo con Paulina, pero ninguno de ellos dijo haberlas visto a ambas subirse a un remise Fiat Duna bordó, como declaró la ex compañera de la víctima.

Duda 5
El misterioso allanamiento
La versión del supuesto allanamiento en el departamento de Virginia Mercado sólo fue deslizada por su hermana Jimena. Ninguno de los otros integrantes del grupo pudo confirmarlo durante la audiencia ayer. Ni siquiera sabían que había existido.

Duda 6
El acoso que no fue
Las Mercado coincidieron en señalar que se fueron de la provincia por el acoso periodístico que sufrieron. Sin embargo, no hubo ningún medio tucumano que llegara a entrevistarlas o siquiera retratarlas antes de que partieran a su Aguaray natal.

Duda 7
Una amistad que se rompió
Los integrantes del “Grupo del Abasto” reconocieron que se distanciaron después de haber vivido esta situación. Una de las principales razones, según explicaron, es que Virginia invitó a Paulina, una desconocida para la mayoría de ellos.

Duda 8
Los olvidos de las Mercado
Virginia y Jimena Mercado fueran las únicas que se escudaron en el “no recuerdo” para evadir las preguntas más importantes que les hicieron todas las partes. Los otros cuatro testigos no tuvieron mayores problemas en relatar lo que sucedió esa noche.

Lo que hay que saber

Más tiempo
En caso de comprobarse esta nueva teoría del crimen, a los posibles responsables no se los enjuiciará en este debate. El tribunal, si es que reúne las pruebas necesarias, deberá ordenar una nueva investigación para que se desarrolle otro juicio. 

La explicación
Magdalena Karina Cruz, al describir a su empleadora Macarena Bordato, dijo que “se había agregado cosas” y se señaló sus nalgas. Las palabras de la testigo generaron risotadas entre el público que se encontraba presenciando la audiencia.

Esperanza
Después de 12 años, surgieron importantes indicios que podrían llevar a esclarecer el crimen de Paulina Lebbos. El testimonio de una empleada doméstica modificó todo el escenario del juicio y permitió elaborar una nueva hipótesis del caso.