BUENOS AIRES.- La sequía que afecta a La Pampa húmeda ya es la peor de las últimas cuatro décadas. El bajo nivel de lluvias registrado desde finales de octubre, que impacta en Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Santiago del Estero, Corrientes, parte de Chaco y en el este salteño, está en el tope de las preocupaciones del ministro de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere. Este funcionario informó que el próximo miércoles habrá una reunión con productores para estudiar la implementación de un seguro de riesgos agrícolas.
Según el análisis de imágenes de la Consultora de Climatología Aplicada (CCA), en los últimos cuatro meses cayeron entre 100 y 400 milímetros menos que los registros normales para el promedio de lluvias acaecidas desde 1973. La sequía coincide con una etapa clave para la siembra, y el desarrollo del maíz y de la soja en zonas donde las precipitaciones suelen oscilar entre los 450 y los 550 milímetros. “Estamos ante una anomalía fortísima, muy generalizada”, afirmó Germán Heinzenknecht, meteorólogo de CCA al diario La Nación.
Registros del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) indican que hay lugares de La Pampa húmeda donde llovió en lo que va del año hasta un 87,5% menos en comparación con el promedio histórico.
“Va a haber grandes pérdidas, pero no podemos determinar un número porque hay diferentes proyecciones. El Ministerio está haciendo un monitoreo, pero es una realidad que empeora día a día a medida que no llueva”, consideró Etchevehere.
“La sequía es una realidad. El cambio climático vino para quedarse. Hoy vemos que los mismos campos que están rogando por una gota de agua el año pasado estaban con un metro de agua por encima de la superficie. Todos tenemos algo para hacer, no sólo los productores, sino también las ciudades en lo que es la reducción de emisión de gases con efecto invernadero y la generación de basura”, agregó el titular de la cartera agrícola en una entrevista con Radio Continental.
Etchevehere explicó que en la Nación están listos para homologar las declaraciones de emergencia o desastre agropecuario que eventualmente hagan las provincias afectadas por la sequía. “Pondremos en marcha todas las ayudas de la Ley de Emergencia Agropecuaria a nivel nacional: diferimiento de bienes personales, de impuestos y el acceso a créditos con tasas subsidiadas”, dijo. Asimismo, comunicó que en la semana habrá una reunión para analizar los riesgos y las herramientas que pueden sumarse para paliar los daños. El objetivo, dijo, es que el productor pueda cobrar un seguro y seguir trabajando.
“Argentina se quedó en el tiempo en cuanto al seguro. Con el sector privado queremos definir qué apertura podemos hacer para que haya más oferta de herramientas modernas, como los seguros paramétricos que los países competidores están aplicando, para que, con base en la tecnología, el productor argentino también pueda acceder a él. Este seguro tiene una prima menor y una mayor cobertura para los diferentes siniestros, pero eso tiene que salir del consenso”, explicó el ministro. (Especial)