Los integrantes de la comunidad trans están aterrados. Sus referentes manifestaron que no tienen dudas que el cuerpo hallado es de Cinthia Moreyra, una compañera que trabajaba brindando servicios sexuales en la esquina de la calle Crisóstomo Álvarez y Moreno.
El cuerpo fue descubierto el lunes en una casa deshabitada en la calle 9 de Julio al 1.500, en villa Alem por Francisco Gramajo, quien fue a realizar tareas en una huerta que tiene en esa propiedad. Según contó su esposa Isabel a LA GACETA, cuando el hombre ingresó a la vivienda sintió un olor nauseabundo y, tras seguir los rastros, descubrió el cadáver desmembrado y en un avanzado estado de putrefacción detrás de un arbusto.
De acuerdo a las estimaciones de los expertos de Criminalística, el crimen se habría registrado unas dos semanas antes.
A pesar de que por el momento no hay datos sobre el presunto homicida, la pista que se sigue surge de una denuncia realizada en la comisaría 2ª por otra chica trans, Agostina, quien se presentó en esa sede policial para informar que una amiga de la misma comunidad estaba desaparecida desde hacía varios días.
Rolando Singh, referente de esa comunidad, explicó que Cinthia tenía problemas con muchas personas y que estaría relacionada con algunos de los últimos hechos de violencia hacia las chicas trans: el robo a un hotel de zona de El Bajo un mes atrás y el ataque a Natasha Banegas, quien fue baleada en sus piernas en la madrugada del 15 de enero.
Enemistades peligrosas
Según fuentes de esa comunidad, Cinthia y Agostina habrían participado de un robo a un hotel de la calle Crisóstomo Alvarez, y hace 20 días apredrearon un bar de esa zona a raíz de un conflicto con uno de los dueños. Además, tenía peleas y discusiones constantes, no sólo con sus compañeras sino con personas de la comunidad LGBT.
Los referentes mencionaron que tanto Natasha como Cinthia habrían estado involucradas en la venta de estupefacientes, por lo que tenían contacto con personas muy peligrosas y dispuestas a cualquier cosa.
“Esto no es un hecho de discriminación hacia toda una comunidad; fueron ataques puntuales y con tinte mafioso”, afirmó Singh, refiriéndose a la aparición del cuerpo y a los disparos que recibió Natasha; y añadió: “detrás de todo lo ocurrido hay algo más profundo; se trata de gente que intenta dar un mensaje”.
Hasta la fecha ninguna de las chicas fue a identificar el cuerpo y tampoco lo hizo la familia de Cinthia. “Algunas se escondieron porque tienen miedo, no quieren aparecer, y hay otras que se niegan a aceptar lo que pasó; reconocer el cuerpo significa confirmar un hecho que no están listas para enfrentar”, manifestó Singh.
Muchas chicas trans, compañeras de Agostina y de Cinthia, aseguraron que lamentan mucho la brutalidad del ataque y la (supuesta) muerte de una compañera, pero hicieron hincapié en que sospechaban que podía terminar mal porque en los últimos tiempos se habría vinculado a personas “pesadas”.
Según confiaron varias fuentes, Natasha y Agustina habrían sido amenazadas por narcos y tendrían planes de abandonar cuanto antes la provincia.
"La sociedad las excluye desde su infancia"
“El problema con la inserción laboral trans es que el 99% de las chicas ni siquiera está cerca del entorno laboral, fueron expulsadas de la sociedad desde muy chicas”, dijo Carlos Garmendia, abogado de la Fundación María de los Ángeles.
Garmendia manifestó que la mayoría de las chicas trans son expulsadas de sus casas a temprana edad y que aquellas que terminan la primaria son una excepción.
“Deben ser menos del 1% aquellas que pueden acceder a una educación universitaria”, dijo el letrado.
“Son un sector excluido dentro de otro sector también excluido”, manifestó refiriéndose a la comunidad LGBT, y añadió que “la exclusión deja a las chicas en una situación de total vulnerabilidad; muchas terminan en las calles, ejerciendo la prostitución”.
El abogado se quejó de que, a raíz de que las mujeres trans no tienen contención del sistema, ni de ningún organismo, “quedan expuestas a la ley de la selva”.
Desde pequeñas
“La cuestión pasa porque la sociedad las expulsa únicamente porque se muestran con una identidad de género distinta a su sexo biológico”, explicó Garmendia y aseguró que la discriminación de las personas trans comienza, por lo general, desde temprana edad en el seno familiar.
Por su parte, Rolando Singh, referente de esa comunidad, aseguró que “el amor y cariño que las mujeres trans no recibieron desde chicas, sumado a la fuerte discriminación en casi todos los ámbitos, les generó severos problemas de autoestima”.
“Hay chicas muy pequeñas, de hasta 12 años, encuentran a su familia en otras mujeres trans”, dijo Singh.