Caso Paulina Lebbos: detrás del estrado

Saludos.- Después de haber mantenido un duro cruce en el careo, los ex comisarios Héctor Brito y Nicolás Barrera se saludaron afectuosamente antes de ingresar a la sala. (Foto)

Una broma.- “¿Terminó ya de cocinar y de lavar los platos?”, bromeó Carlos Caramuti con el defensor Cergio Morfil, antes de retomar la audiencia de ayer por la mañana. El profesional sonrió y agregó que aún no había finalizado con esas tareas. Fue la continuación de una charla distendida que el abogado había mantenido con su esposa y colega, Silvia Furque, en la jornada anterior, quien lo reemplazó en las jornadas previas en las que el abogado no pudo asistir por estar de viaje. En broma, el abogado había dicho en un cuarto intermedio que no había estado presente desde el comienzo del las audiencias porque estaba abocado a algunas tareas domésticas.

Sobrenombre.- Gustavo Morales, defensor de Eduardo di Lella, le contó el sobrenombre que le pusieron a su par Gustavo Carlino. “Le pusieron ’Chavo del Ocho’, porque siempre pregunta al último y cuando lo reprende el tribunal dice: ‘es que no me tienen paciencia’. Y encima después se enoja conmigo”, le dijo a LA GACETA riéndose.

Pensamiento.- Hugo Rodríguez, uno de los imputados por encubrimiento, cree que el cuerpo de la joven estudiante fue arrojado en el lugar poco antes de que fuera encontrado. “En mi experiencia, creo que si el cuerpo hubiera permanecido mucho tiempo en ese lugar, lo hubieran destrozado los animales”, dijo. Finalmente, confirmó que fue él quien redactó el pedido del cobro de la recompensa en favor de los hermanos Sergio y Marcelo Goitea, quienes encontraron el cuerpo. “Les hice la nota de pedido de recompensa a los Goitea porque su hermana me pidió que los ayudara”, concluyó.

Un triunfo
Alberto Lebbos, después de casi 12 años de incansable lucha, finalmente pudo declarar como testigo ante un tribunal en el juicio que se desarrolla por el crimen de la estudiante de 22 años.

Problemas laborales
Cergio Morfil, defensor del ex comisario Héctor Brito,  planteó a los jueces las dificultades de estar abocados exclusivamente a este juicio cuatro días a la semana en doble turno. “Les planteamos esta situación a los magistrados de otras salas, pero no suspenden los juicios. No tienen en cuenta esta situación”, señaló el profesional. El tribunal no le dio curso al pedido, como también se lo había rechazado a Gustavo Carlino. 
Los jueces aprovecharon el momento para recordarles a las partes que en una audiencia de orden, previa al inicio del debate, quedaron comprometidas en revisar la cantidad de testigos propuestos y desistir de aquellos que no consideraban relevantes. “Eso quedó en un amague”, dijo Carlos Caramuti en clave futbolera. “No vi que hayan desistido de ningún testigo, sino que agregaron”, reforzó el vocal Dante Ibáñez.

Presión
Los problemas que deben afrontar todas las partes porque los profesionales que están interviniendo en este debate oral no pueden actuar en otros juicios, que no fueron aplazados.

Otra demora
Las sorpresivas demoras que generan inconvenientes en el desarrollo del debate. En esta oportunidad fue un corte de luz que se realizó para realizar algunos arreglos en tribunales de barrio Sur.